“Se seca” el árbol de roble que replantaron junto al Huacapa
El árbol de roble amarillo o guayacán que fue
sembrado en la margen del río Huacapa para sustituir a un viejo ficus que fue
retirado porque estorbaba en la construcción de la ciclovía, luce seco, sin ni
una sola hoja, ni flores, lo que hace suponer que no se adaptó al suelo de esta
ciudad y está muriendo.
En un recorrido que realizamos ayer en la zona
apreciamos que el árbol tumbó todo su follaje y flores para dejar las puras
ramas.
En su momento los trabajadores de la empresa
que construye la ciclovía comentaron que no se trata solo del retiro del árbol
sino de una sustitución, porque en el lugar donde se retiró un ficus sería
colocado un nuevo árbol de una especie que sea más adecuada para este lugar.
El roble amarillo es un árbol que alcanza
hasta 5 metros de alto; el tronco puede llegar a tener un diámetros de hasta 60
cm, es caducifolio (que pierde las hojas en condiciones de sequía), ramas
escasas gruesas y ascendentes; fuste recto. La corteza es áspera de color gris
a café oscuro, tiene grietas verticales, profundas y forman placas anchas de
color café oscuro. Hojas opuestas, con 5 hojuelas, de 5 a 25 cm de largo y
de 8 a 20 cm de ancho.
El árbol es originario de Centroamérica y por
ende muy acorde a cimas templados como el nuestro.
La persona que a finales de enero dirigió la
resiembra del árbol indicó que el espécimen lo trajeron de un vivero de la
ciudad de Cuernavaca y tuvo un costo de 25 mil pesos más los gastos de
maniobra. (Por Abel Miranda Ayala)
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