Se caerá la producción de maíz a 700 mil toneladas; “ni para el autoconsumo”

Baltazar Jiménez Rosales

Como consecuencia de los malos manejos que tuvo el Programa Nacional de Fertilizante durante el ciclo agrícola del año pasado, la cosecha de maíz en el estado se caerá a casi un 60 por ciento, es decir, del millón 300 mil toneladas que se lograron en el 2018, ahora no rebasará las 700 mil

toneladas.

El dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, Evencio Romero Sotelo, lamentó también que a estas alturas, el gobierno federal todavía no tenga una ruta para llevar a cabo el Programa Nacional de Fertilizante este año, pero además lo más grave es que a pesar de la experiencia que tuvieron el año pasado, tampoco tienen ni el padrón de campesinos beneficiarios, por lo cual vaticinó que este 2020 esta noble estrategia gubernamental volverá a fracasar.

Esta drástica baja en la producción de maíz traerá como consecuencia lógica, la escasez del grano en la entidad, por lo cual habrá que traerlo de otras entidades del país, pero además, un incremento al precio de la tortilla, “esto es innegable”.

Este cálculo de una producción de maíz de apenas 700 mil toneladas, aclaró el líder agrario, es totalmente extraoficial, ya que las autoridades del ramo comienzan a dar las cifras oficiales acerca de la cosecha del ciclo agrícola primavera-verano allá por febrero o marzo.

Sin embargo, dijo que en base a los reportes que le han enviado los dirigentes regionales de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos y algunos presidentes municipales, la cosecha de maíz se caerá a un 60 por ciento, es decir a 700 mil toneladas, lo cual contrastará con el millón 300 mil toneladas de grano que se tuvo en el estado en el 2018.

Esto “forzosamente implicará una escasez de maíz en Guerrero y, por su puesto, habrá un aumento en el precio de la tortilla, lo que es innegable, ya que el kilo de tortilla podría llegar a los 20 pesos”.

Romero Sotelo señaló que estas 700 mil toneladas de maíz no alcanzarán ni para solventar el autoconsumo en la entidad, porque si con un millón 300 mil toneladas “más o menos nos defendíamos, con esta cantidad no alcanzará para satisfacer las necesidades de la población”.

El también ex diputado local expresó que lo que viene a demostrar esta situación es que el Programa Nacional de Fertilizante en Guerrero “valió madres, porque fue un programa politizado, que fue manejado con corrupción”.

Y agregó: “además esto no lo digo yo, sino que lo ha dicho el propio coordinador de los diputados locales en Guerrero, que los llamados Servidores de la Nación hicieron trabajo político con este programa y con otros de carácter social, ya que además el propio delegado del gobierno federal en Guerrero, Pablo Amílcar Sandoval, está señalado de haber utilizado los programas con tintes electorales”.