Claman justicia para nueve normalistas de Ayotzinapa que han sido asesinados
La manifestación se realizó en el marco del
sexto aniversario de la muerte de los entonces estudiantes, Freddy Fernando
Vázquez y Eugenio Alberto Tamarit, que fueron atropellados por un tráiler en el
municipio de Atoyac de Álvarez, cuando realizaban un boteo en la carretera
Acapulco-Zihuatanejo.
Los inconformes marcharon de la glorieta de El
Caballito al monumento a Las Banderas, donde llevaron a cabo un pronunciamiento
y exigieron a las autoridades del gobierno del estado, justicia y castigo para
los responsables de estos y otros siete crímenes de estudiantes.
En el mitin, Francisco Echeverría de Jesús,
hermano de Gabriel, uno de los dos asesinados el 12 de diciembre de 2011 en
Chilpancingo, recordó que ese 7 de enero de 2014 se bañó nuevamente de sangre
la Normal de Ayotzinapa: "ese día nos encontrábamos haciendo actividades
de bloqueo, recopilando fondos para solventar algunos gastos de la escuela y
para realizar nuestras prácticas".
En ese tiempo “estábamos olvidados, por eso
este día recordamos a todos los compañeros que han sido asesinados, a los que
no se les ha hecho justicia y sus casos están en completa impunidad”.
Ya son seis años que a las familias de Freddy
y de Eugenio “les arrebataron a sus hijos y aún tienen ese dolor, porque han
sido olvidados por el gobierno. Por eso demandamos una audiencia con el
presidente Andrés Manuel López Obrador, o con el subsecretario de Gobernación,
Alejandro Encinas, para que se nos haga justicia”, expresó.
El Colectivo Los Olvidados de Ayotzinapa, exige también justicia para los
casos de Gabriel Echeverría de Jesús y Alexis Herrera Pino, asesinados durante
el desalojo llevado a cabo el 12 de diciembre de 2011 en la Autopista del Sol
México-Acapulco, durante el gobierno del perredista Ángel Aguirre Rivero.
También para los casos de los tres alumnos que
fueron ejecutados en Iguala en 2014, Julio César Ramírez, Daniel Solís y Julio
César Mondragón, durante la desaparición de otros 43 estudiantes.
Por último los casos de Filemón Tacuba Castro
y Jonathan Morales Hernández, que fueron ejecutados el 6 de octubre de 2016, en
el libramiento a Tixtla, cuando
regresaban de sus prácticas.
Los familiares demandan al gobierno federal
tener una audiencia para que sus casos sean atendidos y se les dé categoría de
víctimas a los familiares, que se les repare el daño en base a estándares
internacionales y se castigue a los responsables.
Aunque en el caso del atropellamiento se ubicó
al responsable, los familiares señalan que este es un crimen de estado porque
las autoridades al ser omisas en la atención de otros casos han generado condiciones
para que las personas crean que asesinar a un normalista siempre quedará sin
castigo. (Abel Miranda Ayala)
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