Indiferencia de burócratas para una escuela dañada


La Escuela Primaria “Rafael Ramírez Castañeda”, de esta capital, ha sufrido graves daños en su estructura desde hace más de 6 años, ante los embates de distintos fenómenos sísmicos y  meteorológicos, mismos que se han recrudecido, dejando a 334 alumnos en la indefensión.
La destrucción es evidente en un aula de material que debió ser deshabitada al ser “partida a la mitad” por una zanja que atraviesa toda una pared, con una medida de al menos cinco centímetros de ancho y una profundidad que atraviesa hasta la parte exterior del salón.
En un recorrido por las instalaciones de esta escuela ubicada en la colonia San Rafael Norte, ubicada al noroeste de la ciudad, se pudo constatar que además existe otro muro de piedra que da soporte a otros grupos que también presentan fisuras, hundimientos en el piso y daños a un muro de carga o talud ubicado al fondo del plantel.
Ayer miércoles, los padres de familia expusieron que a pesar de los daños, las autoridades estatales no han atendido la emergencia, a pesar de que han sido constantes los llamados hechos desde hace ya seis años.
Los padres han señalado que unas pocas autoridades del municipio y otras del estado han acudido, pero no les ofrecen una respuesta satisfactoria.
Gilberto Adame, uno de los padres, relató que desde la tormenta “Ingrid” y el huracán “Manuel” que hace seis años azotaron esta capital, un muro de contención que detiene la construcción de un particular se movió. “Cuando llueve, el suelo tiende a compactarse y se expande, eso hizo que la pared comenzara a botarse y el suelo de la cancha deportiva se alzó”.
Años después, con el temblor de septiembre 2017, un salón sufrió cuarteaduras y tuvo que cerrarse. “Tenemos documentación firmada, se hizo un dictamen pero no hay ninguna solución”, dijo el padre, de profesión ingeniero.
Los padres exigen la intervención de personal que tenga la capacidad de dictaminar respecto a la situación de la estructura y comprobar si no representan estas condiciones un riesgo para la seguridad de los alumnos.
Los inconformes proponían salir a bloquear las calles, insistir con la intervención del Instituto Guerrerense de Infraestructura Física Educativa (IGIFE), enviar oficios a la Secretaría de Educación en Guerrero (SEG) entre otras acciones. (www.agenciairza.com)

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