En riesgo el sistema de educación especial por recorte presupuestal

Alumnos del Centro de Atención a Estudiantes con Discapacidad de Chilpancingo (CAED), interpusieron una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero, por en contra de la decisión del gobierno federal e retirar el presupuesto con el que opera esta institución, “lo

que los dejará en un estado de vulnerabilidad y sin oportunidades para salir adelante en la vida”.

Los niños acompañados de sus padres y maestros acudieron a la oficina de la CDHEG, depositaron el documento y se les informó que se le daría el trámite correspondiente turnándolo a la Comisión Nacional de Derechos Humanos por tratarse de un tema federal, además de que les ofrecieron acompañamiento local en todo el proceso que tengan que seguir.

Posterior a depositar la queja los niños con capacidades diferentes marcharon hasta el Congreso del Estado donde pidieron el apoyo del presidente de la comisión de Educación, Ricardo Castillo Peña, “estamos tratando de que intervenga al más alto nivel para garantizar la continuidad educativa de estos niños”, señaló la asesora Viviana Cortez Castillo.

Argumentó que en esta institución se atienden aproximadamente a 500 niños a los que se les ofrece además de educación general, una capacitación para el trabajo, de tal manera que un joven con Síndrome de Down, ciego, sordo, mudo, o con cualquier otro tipo de discapacidad pueda ser capaz de valerse por sí mismo.

A nivel nacional son 291 planteles que atienden a más de 25 mil estudiantes y todos se encuentran en riesgo de cerrar por la decisión gubernamental de retirarles el presupuesto.

Viviana Cortez Castillo, llamó también al presidente Andrés Manuel López Obrador para que voltee a ver a los niños con capacidades diferentes y a quienes están trabajando para formarlos en la vida, pues estos asesores no tiene plazas de base, sin trabajadores por recibo de honorarios que ganan poco y tiene que poner un esfuerzo superior para lograr atender a los niños que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad. (Por Abel Miranda Ayala)