Empezaron los tortilleros a lanzar sus “buscapiés”

Aunque no se ha dado un aumento generalizado, en algunos establecimientos de la capital a partir de este lunes se empezó a venderse en 17 pesos el kilo de tortillas uno más del que había tenido en los últimos tres años, la medida según los tortilleros es sólo un ajuste debido al alto precio que tiene su

principal materia prima que es el maíz.

Cuestionado al respecto el líder de los empresarios de la masa y la tortilla, Abel Abdón Hernández Olvera indicó que quien esté incrementando el precio lo está haciendo por iniciativa propia porque como sector aún mantiene el compromiso de sostener el precio hasta el mes de diciembre.

Indicó que hay tortilleros que habían manifestado su necesidad de incrementar el precio debido a que no están reportando ganancias debido a que tiene que pagar renta, empleados, gas, papel, agua y el principal insumo que es el maíz, mismo que en este momento tiene precio de 6 mil 200 pesos la tonelada, sin embargo, como organización y en respeto al acuerdo que hicieron con el gobernador Héctor Astudillo el precio se mantiene en 16 pesos.

Cabe señalar que el precio de la tortilla se encuentra liberado y cada establecimiento puede ofrecerlas al costo que considere adecuado, pero existen restricciones para el incremento que tiene que ver con la justificación ante la PROFECO del aumento,

En el caso de Chilpancingo desde hace tres años los industriales de la masa y la tortilla buscaban incrementar el precio pero llegaron a acuerdos con el gobierno del estado para no incrementarlo y a cambio les entregaron apoyos en maíz.

En los dos años siguientes se volvió a implementar el programa de apoyo a la tortilla y por eso no se ha incrementado el precio hasta ahora que se inició en sólo algunos establecimientos, y se especula que en breve todos irán subiéndola.

Cabe señalar que en la colonia El Calvario en la tortillería se colocó el anuncio de que este día se sube el precio, pero en un recorrido que se realizó en los negocios del centro de la ciudad ninguno tenía incremento.  (Por Abel Miranda Ayala)