Despide gobierno federal a médicos que atendían a las beneficiarias de Prospera


Más de 400 mil familias del estado de Guerrero se quedarán sin atención médica primaria en Centros de Salud, debido a que el gobierno federal canceló completamente el programa de Prospera y despidió a 261 médicos que ofrecían este servicio gratuito a la población beneficiaria, que presenta
menor índice de desarrollo.
De acuerdo con un grupo de los médicos despedidos, al menos 58 mil de los beneficiarios que dejarán de recibir el servicio en los Centros de Salud son menores de edad y cuatro mil son mujeres embarazadas, que se encuentran en zonas marginadas de todo el estado.
Los médicos explicaron que en enero firmaron un contrato por seis meses, sin embargo de un día para otro se les informó que este 30 de marzo culmina su contrato y no se los va a renovar, por lo que manifestaron su inconformidad e hicieron un llamado a las autoridades federales para aclarar su situación laboral, pero sobre todo expresaron su preocupación sobre todo que va pasar con la atención médica que ellos brindaban.
Alberto Román, uno de los médicos afectados señaló que les dijeron que a partir del 30 de este mes ya no se presenten a laborar con la posibilidad de que en dos semanas sean recontratados, aunque advirtieron que es una situación delicada, pues en el caso de la medicina no se puede sujetar a cuestiones burocráticas, ya que más de cuatro mil mujeres embarazadas que se atienden a través de Prospera quedan en la total indefensión.
“Sabemos los problemas graves que se viven con el embarazo, en un estado con altos índices de muerte materna y si esto ocurre en zonas urbanas, ¿qué será en las zonas de alta marginación?”, expresó el médico.
Dieron a conocer que en este programa participaban 261 profesionales, entre médicos, enfermeras, psicólogos y personal de apoyo, que brindaban atención en Centros de Salud y Centros de Atención Directa en zonas de alta marginación y pobreza, como la Sierra y la Montaña de Guerrero.
Miriam Yaneth, confirmó que el pasado uno de enero les hicieron firmar un contrato por seis meses, el cual concluiría el 30 de junio, sin embargo de la noche a la mañana les informan que el contrato termina este 30 de marzo, y que si quieren ser recontratados no acudan a laborar las dos siguientes semanas.
Sin embargo, destacó, esto podría tratarse de una trampa, pues no hay ningún argumento legal que les permita a ellos separarse de sus empleos más de una semana, por lo que temen que lo que realmente pretenda el gobierno federal sea despedirlos por abandono de empleo, y con ello no pagarles liquidación, ni reconocer su antigüedad.
Los trabajadores, próximos a ser despedidos, consideraron que ni siquiera se trata de fuertes cantidades de dinero las que percibían, pues en su mayoría ganaban un salario de 12 mil pesos mensuales en promedio. (Abel Miranda Ayala)

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