Declara López Obrador abolido el régimen neoliberal en México
*Bienvenido un nuevo modelo de desarrollo económico basado en necesidades
de la realidad nacional: AMLO
Ayer en la Ciudad de México, el presidente Andrés Manuel
López Obrador, dio la bienvenida a un nuevo modelo de desarrollo económico
basado en las necesidades de la realidad nacional y declaró al régimen neoliberal… ¡Formalmente abolido en
México!.
“Por eso es el momento de expresar, aprovechando este foro,
que para nosotros ya se terminó con esa pesadilla que fue la política
neoliberal, declaramos formalmente desde Palacio Nacional el fin de la política
neoliberal, aparejada esa política neoliberal con su política económica de
pillaje, antipopular y entreguista, quedan abolidas las dos cosas, el modelo
noeliberal y su política de pillaje, antipopular y entreguista”, destacó entre
aplausos el presidente López Obrador en el salón Tesorería.
De acuerdo con el nuevo plan postneoliberal, el país tendrá
que regenerar la vida pública y ser inspiración para otros pueblos, ya que
deberá demostrar que la modernidad puede ser forjada desde abajo y sin excluir
a nadie.
Además de que el desarrollo no tiene por qué ser contrario a
la justicia social.
El plan descrito por el presidente de la república contempla
11 puntos fundamentales para alcanzar la Cuarta Transformación de México y los
cuales se detallarán a profundidad en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024.
DISCURSO DEL PRESIDENTE:
Amigas y amigos participantes de estos foros que iniciaron
el día de ayer para consultar a los ciudadanos, con la participación de
servidores públicos y elaborar el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024.
Es un hecho importante el que se celebren estos foros y que
se le dé relevancia a la planeación para el desarrollo, que durante todo el
periodo neoliberal estuvo en desuso. No se hablaba de planeación para el
desarrollo.
Se guiaban los anteriores gobernantes de las recetas que
enviaban desde el extranjero, de las llamadas reformas estructurales. Desde allá
se definía la agenda nacional y se imponían las políticas públicas, entre
comillas, porque al final de cuentas eran políticas que iban dirigidas a
garantizar el bienestar de las minorías y a marginar a la mayoría de nuestro
pueblo.
Por eso es muy importante el que, en un acto soberano,
después de mucho tiempo, los mexicanos podamos elaborar un programa de
desarrollo propio a partir de nuestra realidad, de nuestras necesidades.
Estamos iniciando una etapa nueva, es un cambio profundo,
una transformación -lo he dicho en otras ocasiones y lo repito ahora- no es un
simple cambio de gobierno, es un cambio de régimen.
Por eso es el momento de expresar, aprovechando este foro,
que para nosotros ya se terminó con esa pesadilla que fue la política
neoliberal, declaramos formalmente desde Palacio Nacional el fin de la política
neoliberal, aparejada esa política o modelo neoliberal con su política
económica, de pillaje, antipopular y entreguista. Quedan abolidas las dos
cosas: el modelo neoliberal y su política económica de pillaje, antipopular y
entreguista.
Como siempre suele pasar en estos casos la pregunta de
nuestros adversarios va a ser: ‘¿Y qué proponen?, ¿cuál es el modelo
alternativo?’.
Ahora nos toca y esa es la respuesta, edificar lo que sigue,
con la consciencia de que lo que hagamos no sólo será por la regeneración de
nuestra vida pública, sino inspiración para otros pueblos.
Tenemos la responsabilidad de construir una propuesta
posneoliberal y de convertirla en un modelo viable de desarrollo económico, de
ordenamiento político y convivencia entre los sectores sociales.
Debemos demostrar que la modernidad puede ser forjada desde
abajo y sin excluir a nadie y que el desarrollo no tiene por qué ser contrario
a la justicia social.
Propongo a continuación algunos lineamientos para lograr
este propósito de crear, elaborar la nueva política, la política posneoliberal.
Voy a mencionar sólo conceptos básicos.
En el Plan de Desarrollo creo que van a elaborarse a detalle
y a explicarse con toda la argumentación suficiente estos conceptos; pero
considero que, en el programa alternativo, en el programa para suplir al
periodo pos o mejor dicho para iniciar el periodo posneoliberal y suplir, hacer
a un lado la pesadilla de los 36 años del neoliberalismo o neoporfirismo, creo
que los conceptos básicos, el primero honradez y honestidad, que no son lo
mismo, no es igual la honradez a la honestidad.
La honradez es muy importante porque es no apropiarse de lo
ajeno, es no robar, y eso es muy importante; pero la honestidad tiene una mayor
dimensión, porque implica no robar y ser consecuente, es decir, actuar como se
piensa. Esa es, desde mi punto de vista, la honestidad, el ser congruentes.
Entonces, es honradez y honestidad.
No al gobierno rico con pueblo pobre.
Poner fin, como lo
estamos haciendo, al dispendio con una política de austeridad republicana.
Decía Díaz Mirón: ‘Nadie tiene derecho a lo superfluo mientras existan quienes
no tienen lo indispensable, lo básico’.
Economía para el bienestar:
Que pensemos en que haya crecimiento de la economía, pero
también distribución de la riqueza y del ingreso. Que eso en esencia es
desarrollo. Que no nos quedemos solo en aumentar los niveles de crecimiento
económico, sino que siempre pensemos en el desarrollo.
El mercado no sustituye al Estado:
Esa fue una patraña
para imponer la política neoliberal, un sofisma. Ninguna parte el Estado se
diluye, en ninguna parte el Estado incumple con su responsabilidad económica,
política y social. Ni en China, ahí está el Estado; ni en Estados Unidos.
Solo a estos tecnócratas despistados se les ocurrió de que
no hacía falta el Estado y que, si acaso había que usar al Estado para rescatar
al sistema financiero en quiebra, como cuando el FOBAPROA, pero no pensaban en
que el Estado tiene como función principal conseguir la felicidad del pueblo,
conseguir que mejoren las condiciones de vida y de trabajo de todos los
mexicanos.
Por el bien de todos, primero los pobres:
Atender a todos, escuchar a todos, respetar a todos, pero
darle preferencia a los más necesitados, a los vulnerables, a los débiles, a
los explotados, a los olvidados, a los marginados. Eso es humanismo y eso tiene
que ser una característica de nuestro gobierno y un concepto fundamental de la
nueva política de desarrollo.
No dejar a nadie atrás, no dejar a nadie fuera:
Esto significa
igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, la dignidad de los adultos mayores
y el derecho de los jóvenes a tener un lugar en el mundo. Rechazamos toda forma
de discriminación por características físicas, posición social, escolaridad,
religión, idioma, cultura, lugar de origen, preferencia política, ideológica,
identidad de género, orientación y preferencia sexual.
No hay paz sin justicia:
La paz es fruto de la
justicia. No vamos a resolver el grave problema de la inseguridad y de la
violencia sólo con el uso de la fuerza, tenemos que atender las causas que
originan la violencia, tenemos que reactivar la economía, crear empleos, que
haya desarrollo, bienestar, atención a los jóvenes y de esa manera vamos a
tener condiciones favorables para garantizar la paz y la tranquilidad.
Cuantitativamente de esto depende en un porcentaje
considerable el que se consiga la paz y la tranquilidad en el país, lo demás es
complementario; el que haya policías, elementos del Ejército, de la Marina, que
nos ayuden como lo están haciendo para que se tenga presencia en todo el
territorio, se cuide a los ciudadanos, se proteja a los ciudadanos, que -como
se está haciendo- haya coordinación, perseverancia, que todos participemos para
garantizar la paz y la tranquilidad sin violar derechos humanos, sin el uso
excesivo de la fuerza, sin masacres, sin violencia.
Repito, lo principal es que haya justicia para que tengamos
paz en el país.
Otro concepto que los neoliberales consideran pasado de
moda, anacrónico, pero que para nosotros es vigente, porque a veces dicen:
‘Ustedes quieren regresar al pasado, pues sus posturas, propuestas, son del
pasado; no, están entendiendo las nuevas circunstancias, los nuevos tiempos, no
piensan en el presente y en el futuro’.
Hay muchas cosas del pasado que son fundamentales, que deben
de retomarse y que deben de valorarse por su importancia, desde luego a la luz
de los nuevos acontecimientos, de las nuevas circunstancias, pero son
principios básicos, como el del ‘Respeto al derecho ajeno es la paz’.
Ese es un concepto que significa la no intervención, que
nosotros no tengamos afanes hegemónicos, que no aspiremos a ser un imperio, que
aspiremos a ser una nación libre y fraterna con todos los pueblos del mundo.
Que apliquemos, que llevemos a la práctica, como se está haciendo, en política
exterior el principio de la autodeterminación de los pueblos, de la solución
pacífica de las controversias, de la cooperación para el desarrollo.
No más migración por hambre o por violencia:
Que la migración sea opcional, no forzada; que el que quiera
irse del país lo haga por gusto, en ejercicio de su libertad, no por falta de
oportunidades de trabajo y de bienestar.
Democracia, mandar obedeciendo:
La democracia, que significa el poder del pueblo, el mandar
obedeciendo. De verdad, no como retórica o como concepto teórico.
La democracia en sus dos vertientes: en lo que es la
democracia representativa y lo que es la democracia participativa. Y enfatizar
mucho en la democracia participativa, hacer realidad el referéndum, el
plebiscito, la consulta ciudadana, la revocación del mandato, llevar a la
práctica lo que establece nuestra Constitución en su artículo 39 acerca de que
el pueblo tiene en todo momento el derecho de cambiar la forma de su gobierno y
es el pueblo el soberano.
Por eso también el que podamos dejar establecido el
principio de la revocación del mandato, porque el pueblo pone y el pueblo quita
y que siempre tenga el pueblo las riendas del poder en sus manos. Una auténtica
democracia.
Que se terminen las prácticas de la falsificación en las
elecciones, de la compra del voto, del acarreo, del clientelismo, de los
fraudes electorales, elecciones libres y limpias. Esa debe de ser otra
aportación de nuestro gobierno en esta nueva etapa.
Por último, Ética, libertad y confianza:
Vamos al renacimiento de México, a la búsqueda del bienestar
material y también a la búsqueda del bienestar del alma. Vamos a la Cuarta
Transformación haciendo uso de la gran reserva de valores que tenemos en
nuestro país.
México es de los países con más riqueza en valores
culturales, morales, espirituales. Para lograr, apoyándonos en nuestras
culturas, una sociedad más justa, más libre, más democrática, más independiente
y, sobre todo, más fraterna, amorosa.
Muchas gracias.
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