Los propietarios de estancias infantiles exigen11 millones de pesos mensuales
La modificación a las reglas de operación del
programa federal de Estancias Infantiles, ocasionó que 50 empresas
particulares, dedicadas a la atención de niños becarios de este programa,
cerraran sus puertas en el estado de Guerrero, de estas 12 se encuentran en
Iguala, 15 en Chilpancingo y 20 en
Acapulco, denunciaron propietarios de
estancias que ayer se manifestaron frente al Congreso el Estado en demanda de subsidio para seguir operando.
Los propietarios de estancias, demandaron al
Congreso del Estado, aportar recursos de sus economías, para subsidiar a las
empresas particulares del rubro de estancias infantiles, y resaltaron que
existe un compromiso del gobierno estatal de que por cada peso que ponga el
Congreso el pondrá otro, de tal forma que sólo tendrán que aportar cada uno
cinco y medio millones de pesos mensualmente, pues para el financiamiento de
las estancias se requieren 11 millones mensuales.
De acuerdo con la Citlalli Miranda Mayo, quien
ha asumido la dirigencia del movimiento de estancias infantiles, las nuevas
reglas de operación del programa contemplan apoyos para niños en zonas
indígenas y curiosamente de los 27 municipios que se integraron al programa
sólo en 7 existen estancias, y los municipios como Iguala, Chilpancingo y
Acapulco, fueron excluidos de listado de sitios en los que se pagará el apoyo
directamente a los beneficiarios.
Miranda Mayo denunció que su presencia en el
Congreso del Estado fue porque una diputada del partido Morena les pidió que
asistieran sin embargo no quiso decir el nombre de la legisladora quien les
habría cancelado la audiencia y por ello decidieron cerrar toda las puertas del
Palacio Legislativo y advirtieron que dejarían encerrados a los diputados hasta
que los recibieran.
La mujer insistió en que en Guerrero existen
más de 50 estancias infantiles cerradas, sin embargo dijo no conocer las
direcciones en que se encuentran, pero si, que es una realidad y debido al
cierre de estas empresas se han perdido cientos de empleos, y muchos niños no
están siendo atendidos. (Por Abel Miranda Ayala)
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