A seis años de “Ingrid” y “Manuel” la Sedatu no ha podido terminar siete casas en Jaleaca
A seis años de la tragedia que en Guerrero ocasionaron el
huracán “Ingrid” y la tormenta tropical “Manuel”, siete familias que resultaron
damnificadas en la comunidad de Jaleaca de Catalán, municipio de Chilpancingo,
continúan en espera de que la Secretaría de Desarrollo Agrario,
Territorial y
Urbano (Sedatu) les construya sus casas.
Eleuterio Julián Sánchez, cuya casa en esa comunidad serrana
del municipio de Chilpancingo fue arrastrada por las aguas provocadas por los
dos fenómenos hidrometeorológicos, señaló que hasta la fecha, en la Delegación
de la Sedatu ubicadas en esta capital del estado sólo le han dado largas y
únicamente en una ocasión les enviaron un poco de material, pero nada más, ya
que de ahí en adelante solamente le dicen que “el ingeniero responsable de
realizar la obra” se llevó el dinero.
Mencionó que como él trabaja en el Ayuntamiento de
Chilpancingo y regularmente entre semana se encuentra en esta capital del
estado para atender su empleo, sus compañeros damnificados lo nombraron algo
así como su representante para acudir ante la Sedatu a presionar para que les terminen
sus casas, pero desde el 2013 en que ocurrieron tales hechos hasta el momento,
“sólo hemos dado puras vueltas”.
Señaló que de acuerdo a la información que les dieron tras
ocurrida la desgracia, es que las casas tendrían un costo de aproximadamente 220
mil pesos, pero si invirtieron 20 mil pesos en cada una de ellas fue mucho.
Indicó que como consecuencia de los deslaves que se
registraron por el exceso de agua que trajeron consigo la tormenta tropical
“Manuel” y el huracán “Ingrid”, fueron alrededor de 10 las viviendas que
resultaron afectadas, aunque sólo a siete familias les autorizaron la
construcción de sus casas, pero desgraciadamente ni a ellos les cumplieron.
Refirió que después de que les fue autorizada la
construcción de sus casas, los ingenieros de Sedatu que fueron les dijeron a
las familias damnificadas que tendrían que entregar el terreno “parejo”, nada
más para que los trabajadores comenzaran a desplantar las viviendas, y así lo
hicieron, “pero nada más echaron la plancha de abajo y en algunos casos
subieron unos muritos, pero así se quedaron”.
Después vinimos a la Sedatu a ver al ingeniero responsable
de la obra, pero ya nunca lo volvimos a ver y de acuerdo a lo que nos dijeron
en la Delegación “se fue con todo el dinero”.
Mencionó que todavía hace aproximadamente dos o tres meses
vinieron las siete familias damnificadas y se entrevistaron con la delegada de
la Sedatu en Guerrero, quien nomás “para sacársela nos dio un poquito de
material y nos prometió que las casas serán terminadas”.
Julián Sánchez agregó: “ya estoy cansado, la mera verdad,
nomás nos traen a vuelta y vuelta, pero no solucionan nada; nos dijeron que nos
iban a mandar las ventanas y lo demás que falta, pero nada más nada”.
Por esta situación, comentó, cada una de las familias por
sus propios medios y posibilidades continuó con la construcción de sus
viviendas, “aunque sea con tablas o con lo que se puede, porque en la Sedatu
“nomás nos engañaron”.
Por lo anterior, las familias damnificadas de la comunidad
de Jaleaca de Catalán solicitan que “alguien” en el gobierno federal se
conduela de la situación que atraviesan y acudan a terminarles sus viviendas.
(Baltazar Jiménez Rosales)
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