El reto de AMLO, acabar con complicidades entre criminales y autoridades: Tlachinollan
Ciudad de México.— El director del Centro de Derechos
Humanos de la Montaña “Tlachinollan”, Abel Barrera Hernández consideró que el
principal reto del gobierno de Andrés Manuel López Obrador que entrará en
funciones el próximo primero de diciembre, será el de acabar con la
complicidad
entre criminales y autoridades, además, consideró que debe restringir la tarea
de militares en materia de seguridad.
Barrera Hernández participó ayer jueves en el seminario
internacional denominado “La transformación histórica del régimen mexicano en
un contexto global: Los retos del nuevo sexenio”, realizado en el auditorio
Salvador Allende de la universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en donde
participaron además el sacerdote Miguel Concha, del Centro de Derechos Humanos
“Fray Victoria” y el futuro subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas
Rodríguez.
En su intervención, el director de “Tlachinollan” aseveró
que el tema de los derechos humanos “lo han trivializado los malos gobernantes,
aparentan un rostro a nivel internacional, son candil de la calle y oscuridad
de su casa, maquillan realidades y presentan un México imaginario”.
Señaló que los pueblos “tienen que enfrentar un estado
delincuencial que se mostró en toda su dimensión en Iguala, donde militares,
policías y autoridades, todos estaban coludidos con delincuentes para atacar a
indefensos estudiantes (de Ayotzinapa en septiembre de 2014)”.
Abel Barrera aseveró que los derechos humanos “son la llave
para resistir, es el eje que va a dinamizar los cambios en México, no podemos
ceder ante el gobierno cuando hay familias que no saben llorar porque no saben
en dónde están sus familiares desaparecidos”.
Afirmó que “el dolor ha revolucionado al país en demanda de
mayores resultados. Hemos acompañado a los padres de los 43 normalistas, hemos
ido encontrado un manantial de sabiduría de esos padres, han dejado sus
parcelas en la Montaña, en Costa Chica, en Tixtla, en su mayoría campesinos y
son los baluartes de esta dignidad, son la autoridad moral de un país en
crisis, de un gobierno sometido por los criminales, haciendo pactos debajo de
la mesa”.
Subrayó que “en la línea de fuego se defienden los derechos
humanos, donde está el narco, donde está el narco militar, el narco policía, el
narco político, ahí la gente no tiene medidas cautelares que ha sido una
parafernalia para encubrir a este sistema corrupto; las víctimas son un motor
de esta resistencia en el país. Si seguimos estigmatizando a las víctimas y
movimientos vamos a perder la oportunidad que esa lucha auténtica llegue a un
buen puerto”.
Consideró que el gobierno de López Obrador debe “mirar el
verdadero rostro de México que se desmorona por un poder que se mira desde la
ganancia económica; estamos en un momento oportuno de desatar los caminos de la
verdad y la justicia”.
Barrera Hernández señaló que no aceptarán “que se siga
militarizando la seguridad pública; ya sabemos en Guerrero lo que significa eso,
escuchen a Tita Radilla a quien le desaparecieron a su padre, es importante
saber del pasado y no repetir lo que ya ha sucedido, debe desaparecer la ley de
Seguridad Interior y esa es nuestra exigencia”.
En su intervención, Alejandro Encinas recordó que López
Obrador ganó de manera contundente en julio pasado, “hay alternancia, pero eso
no significa un cambio de régimen, debemos construirlo, poner al centro de la
política la dignidad humana y el respeto a los derechos humanos que debe ser el
punto de partida de esa alternancia”.
Encinas Rodríguez aceptó que México “atraviesa por una
gravísima crisis humanitaria de violación a los derechos humanos que ha sido
resultado del abandono de las responsabilidades del estado y de la corrupción,
que ha permitido el empoderamiento de otros poderes como el de los grupos
delictivos”.
Y dio a conocer que, en México, 250 mil personas han sido
asesinadas en los últimos 12 años, hay más de 200 mil desplazados por la
violencia de sus lugares de origen, “tenemos un país convertido en una gran
fosa clandestina, hay más de mil 100 fosas clandestinas, no existe la capacidad
para rescatar a los cuerpos enterrados, tenemos 26 mil cuerpos sin reconocer”.
Agregó que el tema del respeto a los derechos humanos se
debe trabajar de manera conjunta entre autoridades, ciudadanos y organizaciones
de la sociedad civil para sacar de este problema al país ante la violencia
creciente. (www.agenciairza.com)
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