Muy escasa asistencia a la marcha del “dos de octubre”
Apenas unas 500 personas de esta capital
respondieron al llamado de manifestarse en calles de Chilpancingo, para
conmemorar el 50 aniversario de la Masacre del Dos de Octubre del 68, en la
plaza de las tres culturas de Tlatelolco, en la Ciudad de México.
La movilización fue convocada por
organizaciones como la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en
Guerrero, el Sindicato del Colegio de Bachilleres, integrantes del Sindicato
Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero, sindicatos de la
Universidad Autónoma de Guerrero y la Coordinadora Regional de Autoridades
Comunitarias-Policía Comunitaria, Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero,
, Universidad Pedagógica Nacional y el sindicato de Telefonistas, entre otros.
Se congregaron en la alameda “Francisco
Granados Maldonado” y de ahí partieron caminando hasta el palacio de gobierno,
donde realizaron un mitin político y después se dispersaron.
Cabe señalar que entre los convocantes se
incluyó también a la Escuela Normal de Ayotzinapa, sin embargo no hubo un
contingente visible de ellos, tampoco hubo estudiantes de la Universidad o de
otras instituciones educativas.
La manifestación fue completamente pacífica no
hubo desmanes como se han presentado en años pasados, y durante el camino
fueron gritando consignas como “Dos de Octubre no se olvida” y “No somos todos,
nos faltan 43”, pues además de conmemorar el dos de octubre se exigió la
presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
Cabe señalar que en la convocatorias que se
compartieron en redes sociales se anunciaba una "mega marcha" para
conmemorar medio siglo de la represión del Ejército en contra de jóvenes
estudiantes en la plaza de las tres culturas de Tlatelolco, donde oficialmente
murieron 36 personas, pero se especula que fueron cientos de fallecidos y desaparecidos a partir de este
hecho, sin embargo la convocatoria no tuvo el respaldo esperado y fueron pocos
quienes remembraron este hecho que significó un parteaguas en la vida de
nuestro país. (Por Abel Miranda Ayala)
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