Brota la esperanza en Chilpancingo con Héctor Astudillo y Toño Gaspar


Toño Gaspar, alcalde de Chilpancingo,

por un gobierno diferente y de la gente



Baltazar Jiménez Rosales

“Gracias Doña Rafa, Gracias Chula”, soltó Antonio Gaspar Beltrán e inmediatamente le prometió a ella, su mamá, que vive aquí en la populosa colonia Guerrero, que dentro de tres años entregará buenas cuentas, “para que no se avergüence de mi…usted me enseñó a cumplir mis promesas”.
Al final de la ceremonia, ante el apoyo de la gente reunida en el Auditorio Sentimientos de la Nación, con los brazos en lo alto agradeció el cariño recibido, no aguantó más y dos lágrimas salieron de sus ojos…se fundió en un abrazo general con todos los ahí presentes que después hizo efectivo en su eterna salida de ese recinto.
Toño Gaspar, nacido hace cerca de 50 años en esta capital del estado y crecido en la populosa colonia Guerrero, ese que prácticamente no conoció a su señor padre y que fue criado por su mamá, Doña Rafa y sus hermanos mayores, rindió protesta ayer como presidente municipal constitucional de Chilpancingo, ante el gobernador Héctor Astudillo Flores.
Lo curioso, a pesar de llegar al cargo bajo las siglas de tres partidos de oposición —PRD, PAN y PMC— ahí estuvieron acompañándolo en primera fila todos los expresidentes municipales —menos uno, obviamente—: Jorge León Robledo, Ausencio Garzón Chávez, José Luis Peralta Lobato, Mario Moreno Arcos, Magdalena Vázquez de Huicochea  y Jesús Tejeda Vargas, a quienes calificó como sus maestros y de quienes, dijo, tomará los mejores ejemplos para poder servir con mejor eficacia a los chilpancingueños.
Su compromiso, encabezar “un gobierno diferente, un gobierno cercano a la gente…pero con la participación de todos”, expresó tras señalar que una de sus tareas más importantes será la de ciudadanizar algunas de las áreas más importantes con el fin de tomar las mejores decisiones en beneficio de la población.
En su mensaje, habló de austeridad, de que los funcionarios que integrarán su administración no tendrán garantía de permanecer eternamente en el cargo, pero sobre todo, que su gestión al frente del Ayuntamiento de Chilpancingo será sensible y abierta al diálogo.
Quizá la única alusión que hizo Toño Gaspar a la administración próxima anterior fue cuando expresó: “tenemos la oportunidad histórica  para marcar un antes y un después”, aunque más adelante, le pidió perdón al pueblo de Chilpancingo por los agravios que ha sufrido, no porque yo los haya cometido, sino para marcar el inicio de un nuevo gobierno”, recalcó.
Expresó que su compromiso “es y será guiar el progreso para mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de la ciudad y sus comunidades, tanto del valle como de la Sierra, porque Chilpancingo debe volver a ser una ciudad segura, hospitalaria, solidaria entre sus habitantes, donde no tengamos temor de salir a la calle, donde los niños y jóvenes puedan jugar y ser felices; debe superar problemas básicos que tienen décadas y que han deteriorado el nivel de vida de sus ciudadanos como ineficientes servicios públicos, desempleo, infraestructura urbana, débil economía, entre otros”.
Para ello, afirmó, encabezará un gobierno honesto, transparente y de rendición de cuentas, que cumplirá sus compromisos, pero además afirmó que no permitirá actos de corrupción y anunció que la austeridad será una constante en su administración.
Expresó también su determinación de dejar atrás la improvisación en las acciones de gobierno, pues todo se hará con planeación y organización: “vamos a darle un giro a la forma de gobernar, con ideas innovadoras, trabajando en colectividad, para enriquecer cada acción sin distinción de partidos y dando el merecido respeto a cada opinión que emita la sociedad.
Reconoció que “décadas de inmovilidad y abandono no se van a corregir de manera inmediata, pero vamos a sentar las bases que nos permitan dirigirnos al cambio y a la transformación”.
Dijo que los problemas prioritarios que atacará serán la seguridad, la transparencia y honestidad, el suministro de agua, la recolección de basura, empleo y oportunidades, calles limpias y en buen estado, alumbrado público, sobre los cuales anunció resultados en los primeros 100 días de su gobierno.
Le dijo también a los síndicos, regidores y a sus colaboradores que la presión social y el bloqueo de calles ya no serán necesarias para que las autoridades atiendan la demanda ciudadana, pues “Chilpancingo está muy lastimado por estas prácticas”.

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