Garfias Marín: para pacificar el estado, primero debe de prevalecer la Justicia


El Congreso de Guerrero condecoró ayer jueves a la activista María Luisa Garfias Marín con la presea “Sentimientos de la Nación”, quien alertó que el estado vive una “crisis humanitaria” y denunció que la clase gobernante está en “deuda”.
Dijo que es necesario pacificar al estado para reconstruirlo, pero precisó que para alcanzar la paz, primero debe haber justicia. Por eso pidió a las autoridades y a los diputados una nueva forma de ejercicio de poder, en la que no haya simulación.
La activista fue galardonada por el gobernador Héctor Astudillo Flores, durante la sesión solemne que realizó el Congreso local por el 205 aniversario de la instalación del Primer Congreso de Anáhuac.
Durante la ceremonia oficial, efectuada en la catedral Asunción de María, en el centro de esta capital, también se conmemoró la proclamación de los “Sentimientos de la Nación” a cargo del general, José María Morelos y Pavón.
A esta ceremonia acudió Carlos Flores Rico, jefe de la Unidad de Enlace federal y coordinador con las entidades federativas de la Secretaría de Gobernación (Segob), en representación del presidente Enrique Peña Nieto.

Tienen una gran deuda con Guerrero

Mientras la activista proclamaba un discurso crítico hacia la clase gobernante, afuera de la catedral, integrantes de grupos “Pro-Vida” rechazaban su condecoración por su abierta campaña a favor del aborto.
Garfias aseguró que los “Sentimientos de la Nación” no se han cumplido. Dijo que a 205 años de su proclamación, las mujeres siguen sufriendo discriminación, violencia de género y feminicidios. Aseguró que de enero a la fecha 162 mujeres han sido asesinadas en Guerrero.
Advirtió que si los diputados de la 62 Legislatura no aprueban leyes con perspectiva de género y se quedan callados ante estos crímenes, reconocidos por su dimensión como de lesa humanidad, “la proclama de libertad y de igualdad quedarán rezagados para la eternidad”.
También denunció que del 2007 a la fecha suman desapariciones forzadas, entre ellos los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y 309 mujeres, que “dan cuenta de la crisis humanista” en Guerrero y que ha provocado la organización de las familias para su búsqueda “porque la impunidad y la corrupción les ha cerrado las puertas a la justicia”.
Dirigiéndose hacia el gobernador Héctor Astudillo; al representante del presidente Enrique Peña Nieto y diputados, la activista aseguró que a 205 años de la proclamación de los “Sentimientos de la Nación” los gobernantes tienen la deuda de “acabar con pobreza y la miseria, con la desigualdad y la discriminación”, pero también de reconocer a las mujeres como portadoras de derecho, así como construir condiciones de igualdad entre mujeres y hombres.
Aunque reconoció que todos esos problemas no se pueden resolver en tres o en seis años, exigió: “no simulen, no nos mientan; inauguren una nueva forma de ejercicio de poder, abierto y transparente, tendiendo como base al Estado de Derecho”.
Pero también convocó a los guerrerenses a no dejar solos a sus gobernantes porque para “exigir también tenemos que dar, participar, observar y exigirles cuentas”. Agregó que para pacificar Guerrero, primero debe haber justicia. (www.agenciairza.com)

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