El cierre de la Pepsi en Altamirano un mal mensaje para empresarios
El retiro de la empresa refresquera
Pepsi-Cola, de la región de Tierra Caliente, es un mal mensaje para los
empresarios de todo el estado, pues es una muestra clara de que en materia de
seguridad no se ha avanzado nada y quienes invierten tendrán en riesgo sus
capitales, señaló el ex presidente local
de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO),
Víctor Manuel Ortega Corona.
Señaló que a pesar de que pareciera ser en una
zona lejana donde están ocurriendo estos hechos, para el sector empresarial es
muy mal mensaje porque refleja un problema generalizado y viene a deteriorar
aún más el escenario de desarrollo económico y exhibe que no hay avances en
materia de seguridad.
El pasado lunes se confirmó que la empresa
Pepsi Cola abandonó la región de Terra Caliente y cesó a más de 70 trabajadores
que aunque fueron liquidados conforme a lo que establece la ley, se quedan sin
un sustento ante el cierre de operaciones de una empresa que trabajó 40 años en
esta zona.
Hace unos meses también había cerrado sus
puertas la empresa Coca Cola, que dejó más de 250 personas sin trabajo, y ambas
empresas refirieron ser víctimas de la delincuencia que pretendía cobrarles
extorsiones.
Consultado al respecto el hasta hace unos días
líder de la CANACO expresó, “esto definitivamente es otro mal mensaje, donde evidencian que la estrategia de seguridad y
apoyo al sector económico ha sido fallido”.
"Primero el cierre de Coca Cola, el
saqueo de “El Surtidor”, ahora Pepsi, dijo enciende las alarmas en la Zona
Centro, pues este descontrol sigue avanzando hacia otras zonas y lo más
lamentable es la cantidad de personas que van quedando desempleadas, sumándose
a esta escasez de oportunidades de trabajo".
Hizo un llamado al Gobierno Federal, que
regrese a ver a Guerrero “no es posible que haya tanto abandono al estado, al
secretario de Gobernación que ponga manos en el asunto, y en medio de un
proceso electoral, esto se puede convulsionar más”.
Finalmente Ortega Corona aseguró que el
fenómeno de la extorsión en Chilpancingo
es una realidad aunque la mayoría de sus compañeros prefieren mantenerla en
silencio por el riesgo que representa denunciarla, otros han optado por cerrar
sus establecimientos y algunos más incluso huyeron de la ciudad. (Por Abel
Miranda Ayala)
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