La contaminación y químicos usados en el Semefo acabaron con la salud de Martín

Más de dos décadas en la manipulación de cadáveres sin ninguna protección y expuesto a los químicos que se utilizan en la preparación de los cuerpos en el Servicio Médico Forense (SEMEFO), dejaron a Martín Vega Amable con secuelas de daño en los pulmones, ceguera y una pierna amputada

y a pesar de ello en el FOVISSSTE se niegan a aplicar un seguro que le cancele los descuentos por el pago de una vivienda que obtuvo a crédito.

El pasado 15 de enero Martín logró que el ISSSTE le aceptara la incapacidad total para el trabajo y con ello una jubilación temprana, sin embargo  su salario le disminuyó a mucho menos de la mitad, pues estando en activo percibía ocho mil 700 pesos quincenales y ahora le entregan sólo seis mil pesos al mes, de los que tres mil pesos se los retiene el FOVISSSTE para el pago de su vivienda.

Estableció que en las cláusulas del contrato de crédito que pidió hace una década, establece un seguro que se aplicaría en caso de muerte o incapacidad para el trabajo, sin embargo el fideicomiso se niega a quitarle el pago de las mensualidades.

Por otra parte, Martín Vega también exigió a la Secretaría de Salud que le pague recursos que le corresponden por los años de servicio y seguros que estuvo pagando durante toda su vida laboral.

“Platiqué con un abogado y me dice que la Secretaría tiene que darme cerca de 300 mil porque la incapacidad para trabajar se generó por el riesgo laboral al que estuve expuesto”.

También dijo que tiene un seguro que le tiene que pagar el ISSSTE, pero por la burocracia imperante en esa institución no se ha podido hacer efectivo: “son trámites que se tiene que hacer en el puerto de Acapulco y yo en este momento me tuve que trasladar a la ciudad de México para estar con mi familia y me atiendan, entonces venir a Acapulco a realizar un trámite me significa un gasto de más de dos mil pesos, es decir casi todo lo que percibo en un mes”.

Indicó que en su vida laboral fueron 24 años de trabajo en el Servicio Médico Forense en donde diariamente tuvo contacto con cadáveres muchos en estado de descomposición que traen muchas enfermedades, también diariamente inhalaban el formol y el cloro que se usa en estas instalaciones, mismos que a la larga le dañaron los pulmones y otros órganos del cuerpo.

Hoy Martín se encuentra postrado en una silla de ruedas ha perdido completamente la vista y asegura que no tiene miedo de morir, pues ha disfrutado al máximo de la vida, sin embargo hasta el último día de su existencia seguirá peleando para que en las instituciones se respeten sus derechos y le den un trato digno: “toda la vida exigí públicamente que se mejoraran las condiciones con que trabajan los técnicos forenses y hoy el tiempo me ha dado la razón, la falta de protección, me tiene en estas condiciones”.

Finalmente pidió el apoyo del gobernador o de cualquier persona que tenga la capacidad e influir en el ISSSTE para que le otorguen una prótesis de su pierna, que le permita volver a caminar.

SEMEFO SATURADO

Cabe señalar que en los últimos meses se ha revelado que los SEMEFOS del estado, han sido rebasados por mucho en cuanto a su capacidad de espacios, pues se tiene almacenados más de 600 cadáveres, la mayoría rescatados de fosas clandestinas en estados de descomposición.

Adicionalmente los refrigeradores que se tiene, son insuficientes para mantener la temperatura de los cuerpos en estado de congelamiento y evitar que siga su descomposición.

Esto genera situaciones críticas de riesgo sanitario especialmente para los trabajadores que se encuentran permanentemente en contacto con esta contaminación. (Abel Miranda Ayala)