“Error” de la Federal, le costó más de diez mil pesos a Don Anastasio


Tras una semana de trámites en la Agencia del Ministerio Público y un gasto superior a los 10 mil pesos don Anastasio Alarcón, pudo recuperar su viejo automóvil que dejó estacionado en la avenida Álvarez, de donde la Policía Federal lo remolcó asegurando que se trataba de un auto con reporte de
robo, lo cual resultó falso.
De acuerdo con el relato del afectado, el automóvil Volkswagen tipo sedán, fue estacionado en la avenida Álvarez cerca de la esquina con 18 de marzo, y cuando regresó ya no estaba, vecinos le indicaron que el vehículo se lo llevó una grúa que mandaron traer policías federales.
El propietario de la unidad motriz acudió a la Agencia del Ministerio Público para solicitar información de su vehículo y encontró que se encontraba detenido por supuesto reporte de robo que los policías no pudieron acreditar.
Él mostró su factura original, las tenencias pagadas  y todos los documentos en regla, por ello tras una semana de trámites en la agencia del Ministerio Público se le informó que efectivamente su auto no tenía problemas y que fue un error de los policías haberlo detenido, por ello podría pasar a recogerlo en el establecimiento de grúas Alonso.
Con el documento de liberación se presentó a ese negocio y ahí se llevó la sorpresa de que para poder recuperar su auto tendría que pagar seis mil pesos por el servicio de arrastre y resguardo del vehículo y a pesar de que alegó que se trató de un error y él no fue quien pidió que se lo llevaran, en la empresa le respondieron que las cosas son simples “pagas y te llevas tu auto, no pagas el auto no sale”.
El afectado indicó que con toda impotencia tuvo que pagar a los particulares que tuvieron su auto guardado, y en la agencia del Ministerio Público no encontró quien pudiera brindarle una asesoría al respecto, “un abogado me dijo que podría llevar el caso y plantear una demanda, sin embargo eso significaría hacer un nuevo gasto, esperar tiempo y volver a vivir procesos legales que son muy complicados”. (Por Abel Miranda Ayala)

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