Anuncia su renuncia el director del hospital “Raymundo Abarca”



* No me quedaré a ser pararrayos de situaciones que yo
  no generé”, señaló tajante el médico Víctor Hugo Garzón
  
El director del Hospital General Raymundo Abarca Alarcón, Víctor Hugo Garzón Barrientos, aceptó que en el tercer piso de ese nosocomio existen guardados medicamentos caducados, y que, aunque ahí se ubica la Unidad de Quemados, en diciembre del 2015 que inició sus funciones como director,
él no recibió ni equipo ni personal especializado para la atención en esa área.
Víctor Hugo Garzón Barrientos se negó a realizar un recorrido acompañado por reporteros de la Agencia IRZA por el tercer piso del Hospital, precisamente por el área habilitada como bodega en donde se “almacenan” las cajas con cientos de medicamentos caducados y otros tantos que pueden ser utilizados.
Dijo que para realizar ese recorrido con este medio de comunicación necesitaba de la autorización directa del secretario de Salud estatal, Carlos de la Peña Pintos.
Aseguró que el 85 por ciento del medicamento caduco que se encuentra en esa área, es de años anteriores al 2015, y que el resto, es del 2016 al 2017, y que todo es propiedad de la empresa Disur, una compañía que se dedica al servicio de farmacia subrogada, la que es contratada con dinero del Seguro Popular para el suministro de medicamentos a los afilados con base al cuadro básico que establece el Catálogo Universal de Servicios de Salud (Causes).
Es decir, aceptó que una empresa privada está utilizando un espacio público, de Gobierno, para ocuparlo como bodega.
Reconoció que el medicamento caducado ya debió ser retirado por una empresa especializada bajo la supervisión de la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Guerrero  y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, sin embargo, eso no ha ocurrido, aunque ha girado suficientes oficios a la Secretaría de Salud del Estado.
Aseguró que en la entrega recepción cuando asumió el cargo, en diciembre de 2015, no le fue entregado ni equipo ni personal especializado para la operación de la Unidad de Quemados, lo que afirmó dejó asentado en diciembre de 2015 en un acta de observaciones ante la Contraloría Interna de la Secretaría de Salud.
Víctor Hugo Garzón solicitó su derecho de réplica después de que IRZA descubrió, captó en video y fotografías y denunció el hallazgo de medicamentos caducados en el tercer piso del Hospital, además de que la Unidad de Quemados se encuentra sin funcionar, pero que, en una mampara localizada en la entrada de la sala de espera, se destaca ese servicio para los usuarios, lo que reconoció como “un error”.
IRZA también hizo público el señalamiento de un empleado que omitió su nombre, sobre las ausencias del director del Hospital General Raymundo Abarca Alarcón, que su inasistencia obedecía a que su tiempo lo ocupaba en atender a sus pacientes en un consultorio del Hospital Privado Magallanes de Acapulco, lo que negó Garzón Barrientos.
Dijo que desde hace cinco años no acude a ese Hospital Privado Magallanes y que mucho menos tiene ahí un consultorio, lo que aseguró puede consultar cualquier ciudadano en la página de internet de ese centro de atención privada.
Reveló que ya analiza renunciar al cargo como director del Hospital General Raymundo Abarca Alarcón, que sólo espera que le entreguen los resultados de la auditoría a su administración que es practicada por la Contraloría Interna de la Secretaría de Salud del Estado.
“No hay nada que me haga aferrarme a quedarme aquí ¿para qué? En el buen sentido de la palabra, estar de pararrayos de cuestiones que no genero yo, que pueden venir de distintos lados.
Estar en el fuego amigo, haciéndome de adversario de compañeros con los cuales yo no tengo nada, o por venir a poner orden empiecen a suceder cosas como lo que motivó tu adecuada información”, dijo.
“Ante este tipo de circunstancias que se van a escapar y que van a seguir ocurriendo cuando yo no esté aquí”, considero renunciar, reiteró.
Dijo que no aguanta más trabajar sin apoyo, en la completa soledad y con pocos recursos financieros para esas instalaciones hospitalarias.
Sobre el caso de la filtración de las fotografías de las colombianas quemadas después de un accidente (26 de febrero) y captadas en el área de Urgencias de ese nosocomio cuando eran atendidas por médicos y enfermeras, dijo que pidió una prórroga de entre 24 a 48 horas, para entregar un informe a las áreas que investigan el caso, como la Contraloría Interna y la Dirección de Asuntos Jurídicos y de Derechos Humanos de la Secretaría de Salud, así como a la Fiscalía General del Estado y la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Adelantó que ese informe “focalizado” que entregará, contempla la entrega de videos de las cámaras de vigilancia y el circuito cerrado de televisión, así como un listado y reportes del personal que estuvo en el área de Urgencias del Hospital General Raymundo Abarca Alarcón de Chilpancingo, el día 26 de febrero pasado, entre las 20:00 y las 23:00 horas, donde también, dijo, había policías y paramédicos de Protección Civil.
Señaló que también ampliará el informe a un día antes del ingreso de las dos chicas y hasta un día después de que fallecieron en el área de Urgencias.
Respecto a todas estas situaciones, aseguró que aceptará que se le finquen responsabilidades con “base a la ley”, apegados a la legalidad y con derecho a que aporte sus documentales en un proceso justo. (www.agenciairza.com)  

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