Reclaman seguridad en las escuelas saqueadas

Padres de familia de tres instituciones educativas del poniente de la ciudad que fueron afectadas por robos el pasado fin de semana, exigieron a las autoridades que se establezca un mecanismo de seguridad que evite que vuelvan a ser víctimas de la delincuencia.

Los quejosos, pertenecientes a las escuelas: primaria, jardín de niños y secundaria de la colonia PRD, se concentraron en la explanada de su asentamiento para hacer un llamado conjunto a las instituciones a fin de que se garantice la seguridad en las escuelas.

Indicaron que en los últimos meses se han hecho clientes de la delincuencia, pues en reiteradas ocasiones los ladrones han ingresado a los planteles a sustraer aparatos electrónicos, materiales didácticos y hasta el cable y tubería de las instalaciones eléctrica e hidráulica.

Resaltaron que el pasado fin de semana los tres planteles fueron afectados por robos como parte de una inusual oleada de afectaciones a planteles educativos, en los que se introdujeron incluso a la Normal del Estado.

“Les pedimos apoyo a las autoridades, ya sea para que manden personal de seguridad o al menos algún velador para que se tengan los planteles en orden”, manifestó Aparicio Villa, directora de la Escuela Primaria “Ignacio Manuel Altamirano”.

De acuerdo con la directora del plantel, ya se han acercado en varias ocasiones las autoridades para brindar apoyo, sin embargo las acciones se limitan a recorridos esporádicos en la zona y sólo días después de algún hecho de violencia, después la seguridad se retira completamente y es cuando los robos vuelven a ocurrir.

Entre los propios padres de familia hubo propuestas de establecer un rol de vigilancia vecinal, a fin de que los planteles educativos no vuelvan a ser saqueados, o establecer algún tipo de alerta vecinal que pueda estar al pendiente de las instituciones, sin embargo por el momento no lograron ponerse de acuerdo y la única exigencia es hacia el gobierno para que garantice enviar seguridad para que los hechos no se repitan. (Por Abel Miranda Ayala)