Evita Héctor Astudillo disputa con el obispo Salvador Rangel



El gobernador Héctor Astudillo Flores insistió ayer que será prudente ante la reiterada actitud de confrontación mostrada por el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, ya que su intención es evitar una mayor discrepancia con la Iglesia Católica después del
asesinato de los dos sacerdotes en el municipio de Taxco de Alarcón.
Asimismo, el mandatario estatal confirmó que afortunadamente el sismo de 7.2 grados en la escala de Richter registrado la tarde del viernes con epicentro en Pinotepa Nacional, Oaxaca, no ocasionó daños mayores en Guerrero, aunque para mayor seguridad de la población hay un seguimiento puntual y revisiones en los límites con el vecino estado.
En una entrevista que se le realizó la mañana de ayer, Astudillo Flores fue cuestionado acerca de la insistente actitud incómoda mostrada por el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, aún después de la reunión que sostuvieron en la residencia oficial Casa Guerrero en la que, se supone, habrían limado asperezas.
Y es que la noche del domingo, al término de la misa que ofició en la Catedral de la Asunción de María, el prelado dijo no estar satisfecho con el resultado de la reunión que junto con el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, sostuvo con el gobernador Héctor Astudillo Flores de quien, dijo, espera una disculpa pública por parte del mandatario estatal por el trato “ríspido y duro” que habría tenido de su parte, pero además por la campaña “de mala leche” que se orquestó en su contra a través de las redes sociales.
Al respecto, el gobernador dijo que a su gobierno le interesa tener una ruta de respeto y comunicación con la Iglesia y no de confrontación: “el gobernador entiende perfectamente que esto generó dolor e indignación, pero mi posición es no abonar a confrontaciones que no ayudan ni a la investigación ni a una buena relación con la Iglesia como es mi deseo tenerla siempre”.
Eso sí, aceptó que el asesinato de los sacerdotes Iván Añorve Jaimes y Germaín Muñiz García, en el municipio de Taxco de Alarcón generaron circunstancias no gratas, ya que “por principio me hubiera gustado que no hubieran asesinado a los dos sacerdotes”.
Afirmó asimismo que a pesar de lo expresado por Rangel Mendoza, en la reunión que sostuvieron junto con el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González, “tuvimos una conversación que fue correcta y oportuna”.
Y sobre el crimen cometido en la persona de los dos curas, tras comentar que no puede dar a conocer los avances de las pesquisas que se siguen por ese caso, dijo esperar “que pronto existan mayores y mejores resultados de lo que se está investigando en torno a los asesinatos de los sacerdotes, que es un tema que como guerrerense hubiera deseado que nunca sucedieran, como el gobernador desea que nunca sucedan hechos qué lamentar cuando sabemos que alguien pierde la vida”.
Insistió asimismo que se debe permitir a la Fiscalía General del Estado hacer su trabajo, y reiteró que no hará comentarios que generen un ambiente de crispación con la Iglesia Católica: “no voy de ninguna manera a abonar ninguna circunstancia que genere más crispación de la que se ha podido generar; yo a nadie he ofendido, a nadie le causado ningún daño y entiendo mi responsabilidad como gobernador”. (Baltazar Jiménez Rosales)

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