Debe erradicarse la tortura como “método” de investigación policial

La Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del Estado (Coddehum) no busca sacar de la cárcel a la gente, pero sí es necesario que la autoridad responsable de llevar a cabo las investigaciones lo hagan con métodos científicos y no insistan en arrancar las confesiones mediante la tortura,

expresó el presidente de este organismo, Ramón Navarrete Magdaleno.

Señaló que además de que la tortura debe desaparecer porque va en contra de los derechos de la víctima, otro de los motivos por los cuales no debe ser utilizada para sacar confesiones es que esa práctica puede ser utilizada como argumento por la defensa de los delincuentes para evadir la acción de la justicia.

Explicó: “si un detenido es sometido a tortura para arrancarle confesiones, esa acción, utilizada como argumento por la defensa del delincuente, permite que el juez tenga elementos para dejarlo en libertad, porque es inaceptable un mecanismo que rompe con el debido proceso, el respeto a la ley y los derechos humanos”.

Insistió en que por causas de la tortura, gente que realmente comete delitos puede ser liberada y la consecuencia de esto la sufre la víctima porque se le hace justicia, por lo cual “queremos hacer énfasis en que los miembros de los cuerpos policiacos apliquen todo el caudal de métodos probatorios científicos para confinar a una persona, de tal manera que cumpla los años que el juez determine tras las rejas”.

El ombudsman guerrerense reiteró que el organismo a su cargo no busca sacar gente de la cárcel, pero sí que la autoridad responsable de llevar a cabo las investigaciones lo hagan mediante métodos científicos que permitan que un delincuente cumpla su sentencia en el penal que ordene el juez.

Refirió que la Coddehum sólo persigue la aplicación de la ley en todos los casos, “y no torturar es respetar los procesos y los derechos de la víctima”.

Mencionó que la ciudadanía merece tener la confianza de que cuando una persona es detenida y puesta tras las rejas, no está en esta situación por una confesión arrancada mediante tortura, sino que obedeció a una investigación seria y científica. (Baltazar Jiménez Rosales)