En Chilpancingo es hora del cambio: Toño Gaspar

En Chilpancingo ya es hora del cambio en serio, de hacer las cosas de manera diferente y de tener un gobierno de la gente y para la gente, es decir, es necesario que los ciudadanos junto con el gobierno fijen el rumbo del municipio, expresó el ex diputado local perredista Antonio Gaspar Beltrán al

acudir a solicitar su registro ante el Comité Ejecutivo Estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) como precandidato a la Presidencia Municipal de esta municipalidad.

“El cambio y la alternancia en Chilpancingo sólo los ciudadanos unidos podemos lograrlo”, expresó Toño Gaspar, quien contrario a lo que sucedió hace tres años que a su registro como aspirante a la Alcaldía fue prácticamente “solo y su alma”, ahora sí fue arropado tanto por militantes perredistas como por líderes del partido amarillo y de algunas “tribus” como el propio ex dirigente estatal del partido del Sol Azteca, Celestino Cesáreo Guzmán, e incluso su líder de corriente —Nueva Mayoría—, el alcalde de Acapulco, Evodio Velásquez Aguirre, a pesar de que durante los dos últimos años lo dejó solo en Chilpancingo.

Acompañado también por su esposa Yazmín Arriaga Torres, el ex legislador local fue enfático al expresar ante sus simpatizantes: “”no hay más, le seguimos apostando a lo mismo o le apostamos al cambio responsable, al cambio con sensibilidad y experiencia”.

Señaló que “ciclo significa renovación, cambio, pasar de una etapa a otra, y el ciclo por el que pasa nuestro querido municipio de Chilpancingo y que tiene más de 80 años, a través de los cuales nos han llevado a la inseguridad, a la falta de atención a los ciudadanos, a los servicios públicos insuficientes, ineficaces, a la corrupción, al abandono y a la desesperanza, ya terminó”.

Tras reiterar que este ciclo ya llegó a su fin, Toño Gaspar destacó el hecho de que en estos momentos en Chilpancingo los ciudadanos de bien ya no pueden caminar por la ciudad con seguridad, “lo hacemos con miedo, pero además a veces tenemos agua y otras no, en tanto que en las calles vemos basura acumulada y lo peor es que nuestros jóvenes desaparecen”.

Lamentó que Chilpancingo se encuentre entre las 10 ciudades más violentas del país, mientras que de las 60 más importantes de México ocupa el penúltimo lugar en habitabilidad, en servicios públicos, en calidad de vida y el 34 en ánimo social.

Por lo anterior, expresó que lo que la capital del estado quiere es un nuevo ciclo que una a los chilpancingueños, en el cual encuentre seguridad, servicios dignos, atención y prosperidad: “ya vivimos más de 80 años sin cambios significativos, creo firmemente en que llegó el momento en el que juntos y con espíritu de lucha vayamos por un cambio que mejore la vida de todos los ciudadanos, “un ciclo de esperanza, trabajo y unidad”.

Expreso que quienes afirman que en Chilpancingo “no podemos cambiar, que no podemos salir adelante, que no podemos ser mejores, nos quieren robar la esperanza”.

Afirmó que en Chilpancingo han pasado gobiernos que no han servido a la gente y sólo se han preocupado por satisfacer sus intereses personales, de sus amigos y de sus familiares; ha habido gente que ha llegado al poder sin un plan de trabajo, sin organización, por lo que llegan nada más a improvisar, por lo cual se convierten en gobiernos ineficaces, ineficientes que no resuelven los problemas de los ciudadanos.

“Sin plan ni organización no hay visión de desarrollo, no hay rumbo, por lo que necesitamos trabajar por Chilpancingo con compromiso, con principios básicos, con justicia social, oportunidades y prosperidad para todos y por lo mismo, pueblo y gobierno deben trabajar coordinados, decidir juntos”, indicó.

Y agregó: “este es el momento en que el comprendamos que si seguimos haciendo las cosas igual nos van a seguir saliendo mal, y una de las peores cosas que han ocurrido es que el pueblo no participe en el gobierno, por eso digo: no más gobiernos de espaldas al pueblo, es necesario que los ciudadanos junto con el gobierno fijen el rumbo del municipio”.

Finalmente reiteró que es necesario en Chilpancingo un gobierno con principios, transparente y honesto que trabaje por los chinpancingueños y para los chilpancingueños sin familiares ni amigos, sólo con los mejores hombres y mujeres, con planeación y rumbo, cercano al pueblo, que escuche y atienda al pueblo, que sepa resolver los problemas, que hable con la verdad, pero sobre todo que quiere con todo el corazón servir a la gente sin ningún interés y sin ninguna ambición personal”. (Baltazar Jiménez Rosales)