Ya no es negocio sembrar flores indican los productores de Tixtla
Como cada año desde tiempos inmemoriales, los
campesinos de Tixtla cumplieron la tradición de ir el último día de octubre a
realizar el corte de flores de cempasúchil, terciopelo y pericón, que se
utilizan para adornar los altares que se colocarán en el marco de la festividad
de Días de Muertos,
“este año la venta es poca, pero no podemos dejar de
sembrar, ya que más que la ganancia económica, esto se hace porque así nos
enseñaron los abuelos y lo seguirán haciendo nuestros hijos”.
Anastasio Basilio Meza, un anciano de 78 años que ayer acudió a levantar la cosecha
dijo que desde los siete años acompañaba a su padre a sembrar las tierras
situadas cerca de la normal de Ayotzinapa, y hoy está inculcando a sus hijos
que lo hagan a pesar de que son maestros y por su trabajo se dificulta que
vayan al campo, “Quiero que cuando muera me ofrenden flores cultivadas en esta
parcela”.
“Yo les he dicho que no dejaré de sembrar
mientras tenga fuerza para levantarme, porque ver el color de las flores en el
campo es una alegría en mi corazón,
ganancias no podríamos decir que las haya pues lo que se le invierte a la flor
es mucho más de lo que se puede cobrar por ella.
Comentó que en el caso de la flor de
cempasúchil, este año se vendió en 150 pesos la docena de cadenas grandes, pero
el trabajo que se le invierte al sembradío tarda tres meses, además de que para
la elaboración de la cadena se tiene que comprar el hilo y el trabajo de
ensartar la flor.
Refirió que el trabajo en las flores es más
gratificante si consideras que se usan para recibir la visita de los fieles
difuntos, “se gana muy poco, pero la sensación que se tiene en el corazón al
ver la tierra producir es algo que no se cambia por unos pesos”, dijo.
Refirió que lamentablemente este año fueron
muy pocas las personas que acudieron a comprar flores debido a la situación de
violencia e inseguridad que prevalecen en la zona, “aunque últimamente ha
estado muy tranquilo, la gente tiene miedo, especialmente los que vienen de
lejos a comprar flores”,
ESTE AÑO ESTUVO MUY CARA
Una pareja de compradores que vino desde el
municipio de Ayutla en la región de Costa Chica, para adquirir flores que
revendería en su lugar de origen, señaló que a diferencia de otros años, ahora
estuvo cara la flor en Tixtla, pues un ramo de terciopelo se vendió en 70
pesos, uno de nube costó 100 pesos y a
docena de cadenas entre 150 y 200.
Adicionalmente, dijo que tuvo que gastar en
combustible y más de 5 horas de camino,
“la carretera está bloqueada en Tecoanapa y tuvieron que tomar una vía alterna
que les generó más gasto.
“Nos dicen que en Chilapa está más barata,
pero hay más riesgo para ir hasta allá a traerla”, por eso ahorita vamos a
dejar este viaje y valoraremos regresar a traer más aquí o ir hasta Chilapa.
(Por Abel Miranda Ayala)
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