A tres años, no terminan 36 viviendas para los damnificados en Chichihualco
Treinta y seis familias de las comunidades El Balsamar,
Iyotla y la cabecera municipal demandaron a la Secretaría de Desarrollo
Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) que cumpla con la reconstrucción de sus
viviendas que resultaron dañadas con las tormentas “Ingrid” y “Manuel”, en
septiembre de 2014.
Ayer esas familias denunciaron que están “desesperadas” por
el peregrinar constante en las oficinas de SEDATU para preguntar por su
reubicación y sus nuevas viviendas, como lo prometió el presidente Enrique Peña
Nieto y el “Plan Nuevo Guerrero”.
Afirman que siguen viviendo en extrema pobreza y a la espera
de que la federación “nos cumpla” antes que concluya el gobierno de Enrique
Peña Nieto y de que empiecen las elecciones. “Los conocemos, nos van a dejar
como tontos y burlándose de nosotros”, señaló molesto Jorge Ávila Gallegos, uno
de los damnificados.
Explicó que aquel 13 de septiembre del 2014 las torrenciales
lluvias arrastraron agua, tierra y piedras desde la parte alta de la Sierra y
desbordaron una barranca que afectó severamente su vivienda y las de otros
vecinos de la cabecera municipal.
Las torrenciales lluvias también provocaron daños
irreparables en viviendas de El Balsamar e Iyotla, quienes deberían de ser
reubicados. Igual les pasó a familias de Las Joyitas, quienes ni siquiera
fueron incluidas en el censo de damnificados.
Las familias afectadas de El Balsamar, Iyotla y la cabecera
fueron censadas y se consiguió un terreno en donación en Chichihualco, donde se
construyeron 36 viviendas que están sin concluirse.
En este predio que se encuentra entre terrenos de siembra de
temporal en Chichihualco, ya se construyeron las viviendas, pero falta por
conectar la red de agua, drenaje y energía eléctrica, que fue un compromiso de
la administración municipal de Alfredo Alarcón Rodríguez.
A este predio también hace falta construir el acceso
vehicular, que también fue compromiso del alcalde y, por si fuera poco, a la
empresa que construyó el fraccionamiento la SEDATU le adeuda más de un millón
de pesos, lo que impide la conclusión y entrega de las viviendas a los
damnificados.
Ávila Gallegos recordó que “con bombo y platillo” se anunció
en el “Plan Nuevo Guerrero” que para diciembre estarían construidas en su
totalidad las viviendas de los damnificados, “pero así lo han ido postergando y
engañando, como lo hace el gobierno”.
Criticó asimismo que este lunes la SEDATU haya anunciado el
inicio de la reconstrucción de las viviendas dañadas por el sismo del pasado 19
de septiembre. “Ya van a engañar a otras pobres personas como han hecho con
nosotros, que no tenemos vivienda por los daños de ‘Ingrid’ y ‘Manuel”,
finalizó. (www.agenciairza.com)
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