Tras la violencia hay intereses políticos y económicos: Obispo Salvador Rangel
Los problemas de violencia que se han
agudizado en los últimos meses en los municipios de la zona serrana del Estado
de Guerrero tiene su origen
principalmente en la actividad del gobierno respecto a la destrucción de
plantíos de enervantes pues le están quitando a la población de las comunidades
su
medio de vida sin ofrecerle ninguna alternativa, señaló el obispo de la
diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza
Señaló que "la madre de todas la guerras
es por hambre y en comunidades de Tlacotepec, en pueblos como Campo Morado,
Pueblo Viejo, Las Margaritas, La Guitarra, entre otros, a mucha gente le
quitaron su manera de vivir y sin duda eso va a provocar problemas".
El religioso indicó que la gente de la sierra
es la única forma que tiene de vivir y debido a que desde el mes de mayo, se
destruyeron muchos plantíos, los grupos que controlan la droga en la zona,
andan buscando y disputando el poco producto que se tiene disponible, esto ha
derivado en enfrentamientos y acciones delictivas.
Además del hecho de que los pueblos se han
quedado sin una fuente de ingresos, el obispo dijo que la corrupción por parte
de políticos es otro factor que influye en este problema de violencia, pues
muchos presidentes municipales están sostenidos por grupos de narcotraficantes
y muchos municipios están en cierta tranquilidad porque dejan actuar a los
grupos delincuenciales".
Refirió que incluso existen varios municipios “donde
se desarmó a los policías como parte de los acuerdos con los grupos de la
delincuencia, pues esto les permite actuar con mayos impunidad”.
El obispo participó este día en una reunión
con la fundación Robert F Kennedy, donde familiares de desaparecidos y asesinados,
organizaciones sociales, periodistas y ex presos políticos presentaron una
radiografía de la situación social que se vive en el Estado de Guerrero y la
inacción del gobierno para garantizar seguridad y bienestar para la población.
Tras la reunión el religioso indicó que la
Iglesia ha sido solidaria con estos grupos sociales, y lamentablemente
receptora de muchas denuncias por desapariciones de personas que incluso no son
presentadas oficialmente por el temor de los familiares de las víctimas, "la
semana pasada oficié misa en Chilapa dos días y en ambas tuve familias que
fueron a platicarme de sus problemas por las desaparición de sus hijos, esposos
o hermanos",
"En Chilpancingo en la misma del domingo
también recibí otro caso, que no han sido denunciado, pero que la familia está
desesperada".
Agradeció el gran interés de la fundación
Kennedy para intervenir para que las familias sean escuchadas tanto por las
autoridades de México como por organismos internacionales a donde se han
llevado casos para hacer visible la lamentable situación que se tiene en México
por el muy alto número de personas desaparecidas y asesinadas. (Por Abel
Miranda Ayala)
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