Acepta Tixtla, ahora, el relleno sanitario con Chilpancingo: hay nuevo proyecto
El alcalde de Tixtla, el perredista
Hossein Nabor Guillén, sorprendió este lunes al respaldar el proyecto del
relleno sanitario con el gobierno de Chilpancingo.
Pese a la cerrada negativa que
mantuvo en 2016 a la utilidad de la celda emergente de Matlalapa, municipio
de
Tixtla, el edil perredista cambió radicalmente de posición y dijo que “el tema
del basurero (con Chilpancingo) no está cerrado”.
En entrevista manifestó que el
proyecto conjunto no logró concretarse el año pasado porque al alcalde Marco
Antonio Leyva Mena, a quien llamó su “amigo”, le faltó tacto político.
“Le faltó tacto al alcalde Leyva,
(le faltó) que se diera uno dos meses de tregua, que no hiciera ningún
comentario sobre el tema, que respirara una, dos, tres, cuatro veces y que ya
nos viéramos y que pudiéramos platicar con la mente fría, con el corazón no tan
caliente”, manifestó.
“Entendí el momento de estrés del
alcalde; la única manera de desfogar ese estrés era conflictuándose (sic) con
el de Tixtla”, manifestó, y lo invitó a
“sentarse” a platicar sobre un nuevo proyecto.
“Él (el alcalde MAL) es mi amigo, al
que yo respeto, mi esposa y yo lo conocemos de años atrás y creo que podemos
construir junto un proyecto. Espero en Dios que podamos reunirnos a la brevedad
y que yo pueda plantearle la propuesta que tenemos”, confió.
A partir del segundo semestre del
2016, Chilpancingo vivió la peor contingencia ambiental, derivado del mal manejo
de los residuos sólidos y por la falta de un terreno para el destino final de
la basura.
El basurero de Chilpancingo, ubicado
al sur de la ciudad, fue clausurado mediante una sentencia judicial y el
Ayuntamiento no tenía un sitio para arrojar los desechos, por lo cual Ronaldo
Leyva Mena ordenó que se depositaran en un terreno propiedad de su padre, el
señor Leyva Ademe, ubicado en el punto conocido como “Las Antenas”, al oriente
de esta capital.
Mientras, en las céntricas calles de
esta capital aparecían montones de basura, acompañada de pestilentes olores e
incluso fauna nociva, y el alcalde tixtleco mantuvo su rechazo a la utilidad
del relleno sanitario emergente de Matlalapa.
Pero este lunes Nabor Guillén
manifestó que tiene un proyecto de relleno sanitario, el cual se lo presentó al
gobernador Héctor Astudillo Flores. “He invitado al alcalde a que platiquemos,
creo que por parte de él hubo una mala interpretación”.
Comentó que ese proyecto debe ser
“amigable” con la naturaleza, que detone la economía y que genere la menor
cantidad de conflictos con los municipios limítrofes, porque “un basurero
siempre es problema de conflicto”.
El edil negó que su rechazo al uso
de la celda emergente de Matlalapa, cuya compra del terreno y acondicionamiento
se pagó con dinero del gobierno estatal y del Ayuntamiento de Chilpancingo,
haya sido una instrucción de su partido, el PRD.
Explicó que su municipio es cuna de
varios movimientos sociales como la normal rural de Ayotzinapa, la Policía
Comunitaria y el “ala más radical” de la Coordinadora Estatal de Trabajadores
de la Educación en Guerrero (CETEG).
“Son movimientos activos que
participan y esos ejercieron cierta presión al gobierno para no acceder. No
podía ponerme de lado del presidente (MAL) y no de mi pueblo, y mi pueblo me
exigía que yo ayudara a Matlalapa”, explicó.
En ese sentido añadió que el su
posición de presidente municipal de Tixtla tenía que “buscar la gobernabilidad
de mi municipio; yo no puedo arriesgar la gobernabilidad en Tixtla por una
decisión de esta naturaleza”. (www.agenciairza.com)
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