Hasta el obispo se queja de la falta de agua en Chilpancingo
El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa,
Salvador Rangel Mendoza, reprochó al gobierno municipal que encabeza Marco
Antonio Leyva Mena que desde hace tres
meses en su casa no les abastezcan de agua entubada, ni el servicio de
recolección de basura, igual que pasa con la mayoría de los hogares de la
capital.
Salvador Rangel realizó ayer una conferencia
de prensa para hablar sobre la 51 Jornada Mundial de las Comunicaciones
Sociales, ahí pidió a los comunicadores conducirse con honestidad, transmitir
las noticias con verdad, comunicar esperanza y confianza a la sociedad.
Al final aprovechó para hacer un reproche al
alcalde con quien dijo se encuentra distanciado debido a las críticas que ha
realizado a su gobierno, y en castigo por ello desde hace tres meses que no le
envía agua a su domicilio, tampoco el sistema de recolección de basura por lo
que tiene que adquirir pipas y pagar a los recolectores particulares conocidos
como “la basura jefa”.
Rangel Mendoza indicó que mucho se ha señalado
que en Chilpancingo no hay agua, sin embargo es evidente que si la hay, porque
toda la gente se baña, todos lavan la ropa y lavan la loza, sin embargo para
hacerlo compran el agua y ahí está el negocio de las autoridades y algunos
sindicatos.
“Los de la basura jefa es todo un sindicatito
que más bien está perjudicando, entonces hay muchas cosas que tenemos que
señalar, Sólo que no aguantan cuando les dice uno las cosas y luego se le echan
encima, como que no aguantan, pero quisiera que siguiera este diálogo con las
autoridades tanto estatales como municipales”.
Indicó que con el gobierno municipal tiene
varios meses que no tiene un cruce de palabras desde un día que se encontraron
en la plaza y aunque reconoció que no tiene ganas de ver al edil consideró
necesario que exista un canal de comunicación entre la Iglesia y las
autoridades tanto municipales como estatales.
Por otra parte el obispo también criticó al
gobernador Héctor Astudillo Flores por haber despedido al subsecretario de
asuntos religiosos, a quien el secretario general de Gobierno, Florencio
Salazar Adame sólo dio como justificación, que no pudo “operar”, al obispo de
Chilpancingo, “me da pena decírselo, pero hay un encargado de subsecretario de
relaciones estado-iglesia lo despidieron y la razón que le dio el secretario es
porque no supo operar al obispo de Chilpancingo, yo no quiero nadie encima de mí,
ni arriba, ni a un lado, ni abajo, tenemos cierta autonomía y necesitamos respeto
de unos para con otros, a mí se me hizo injusto que lo hayan despedido
simplemente porque no supo operar al obispo de Chilpancingo”. (Por Abel Miranda
Ayala)
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