Insisten en que hospitales tienen medicamentos e insumos “patito”
Trabajadores de la Secretaría de Salud en
Chilpancingo denunciaron que en las últimas semanas el desabasto de insumos y
medicamentos se ha agudizado en hospitales y centros de salud, además de que se
han adquirido materiales de dudosa procedencia, como jeringas e incluso
medicamentos.
“Yo les puedo asegurar que fácilmente pueden
ir a conocer las carencias que tiene el hospital, finjan que se desmayaron y
que requieren atención de urgencia, los van a recibir y a sus familiares de
inmediato les pedirán que compren un normogotero (equipo para colocar el suero),
pues por norma todo el enfermo que entra al hospital tiene que ser canalizado,
pero no hay equipos.
El normogotero tiene un costo aproximado de 45
pesos en una farmacia particular y posiblemente hasta se consiga más barato en
genéricos, sin embargo en la Secretaría de Salud no los hay, siendo que se
trata de un insumo básico, pero “también hacen falta solución fisiológica y
medicamentos del cuadro básico y en lo que le busquen se tiene carencias”.
Adicionalmente dijo que en los hospitales se
ha detectado que llegaron jeringas que al usarlas se despintan las letras,
además de que la punta no tiene la rosca para colocarle la aguja, sólo se mete
a presión: “jeringas que se despintan y no tienen rosca…se nos hacen muy
sospechoso de que se trata de material adquirido de manera irregular, material
clonado o ‘pirata’ que no es estéril y que podría dañar la salud de los
pacientes”.
Señaló que una gran parte de la
responsabilidad de estas carencias la tiene la dirigente del Sindicato de la
Secretaría de Salud, Beatriz Vélez Núñez, quien ha propiciado el desvío de
recursos hacia la creación de plazas que se entregan a sus amigos, familiares y
protegidos: “ella misma se entregó una plaza de Jefa de Enfermería cuando nunca
en su vida ha trabajado como enfermera”.
Además de eso ella que debe ser la protectora
de los trabajadores no ha hecho nada para exigir a la parte patronal que se
generen las condiciones óptimas para el desarrollo de su trabajo, toda vez que
“es de lo más triste y lamentable que en los hospitales, el personal está
presente, pero sentado y con los brazos cruzados, mientras que las personas
exigen atención, pero lo único que les decimos es: lo único que puedo darte es
una receta y tú compra tu medicamento”.
Caso en Renacimiento
El médico de urgencias del Hospital Donato G.
Alarcón de Ciudad Renacimiento, en Acapulco, Miney Ramírez Parra, comentó que
la madrugada de ayer llegó a ese nosocomio un niño con un brazo quebrado y fue
recibido y pasado al área que corresponde para que le dieran el tratamiento correspondiente,
sin embargo el menor pasó más de dos horas llorando y quejándose por el dolor,
sin que se le realizara ningún tratamiento.
“Como mi turno había concluido me acerqué a
preguntar qué estaba pasando con ese niño y me llevé la desagradable sorpresa
que no se le había atendido porque en el hospital no se tuvieron vendas de yeso
para colocarle la férula”.
Comentó que el niño ingresó alrededor de las
dos de la mañana y la madre del menor llegó caminando al hospital, por ello fue
imposible pedirle que acudiera a comprar el material, pues la zona es muy
insegura, “ustedes saben que en Renacimiento sales pero no sabes si vas a
regresar y salir en la madrugada es imposible”. (Abel Miranda Ayala)
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