Quienes autorizaron los bonos nunca midieron las repercusiones: H. Apreza



Las administraciones gubernamentales pasadas que autorizaron bonos económicos a los trabajadores —como el que originó un paro de labores por tres días en la Secretaría de Salud— no midieron “adecuadamente las repercusiones futuras que iban a tener las finanzas públicas”, expresó el titular de la
Secretaría de Finanzas y Administración (Sefina), Héctor Apreza Patrón, quien sin embargo, se negó a afirmar que la autorización de estos beneficios haya sido bajo criterios políticos.
Entrevistado la mañana de ayer al término del evento en el cual el gobernador Héctor Astudillo Flores entregó patrullas, armas, uniformes y equipo diverso al personal de la Policía Estatal, el responsable de las finanzas en la entidad reconoció que en general la situación de la Secretaría de Salud representa un grave problema para el gobierno del estado por el “brutal” déficit en que se recibió.
“Sin duda el sector salud en términos financieros, como se dijo desde que recibimos, traía un déficit brutal, con miles de plazas sin techo presupuestal, lo que significa serios y severos problemas para el desarrollo de los trabajos de esa dependencia”, apuntó.
En cuanto al llamado “bono del gobernador” que exigían los trabajadores de la Secretaría de Salud y por el cual pararon labores durante tres días, Apreza Patrón, dijo que afortunadamente el gobernador logró un apoyo extraordinario por parte de la Federación y con esos recursos se pudo cubrir a los empleados ese beneficio que no estaba programado ni se encuentra establecido legalmente.
“El recurso para el pago de ese bono se logró gracias a una gestión especial que hizo el gobernador Astudillo Flores ante la Secretaría de Hacienda…”, indicó.
—¿El gobierno del estado lo tendrá que pagar en “abonos chiquitos”?
—No, fue gracias a su capacidad, el gobernador recibió ese apoyo extraordinario para enfrentar esa situación del “bono del gobernador”.
En este punto de la entrevista, el secretario de Finanzas del gobierno estatal señaló que por la gran cantidad de bonos que se entregan a los trabajadores en cualquier fecha o por cualquier motivo, en el interior del país se conoce a Guerrero como “el estado del bono”.
Señaló que la entrega de estos bonos “se ha venido construyendo a lo largo de muchos años de gobierno, pero los responsables no son los trabajadores, ya que ellos legítimamente luchan por obtener mejores condiciones económicas, pero toda oferta o todo compromiso de un gobernante debe estar sustentado en una disponibilidad presupuestal.
En este sentido, aun cuando se negó a afirmar que estos bonos fueron entregados por los gobernantes en turno con criterios políticos, Apreza Patrón dijo que a la hora de autorizarlos no midieron las repercusiones futuras que iban a tener en las finanzas públicas. (Baltazar Jiménez Rosales)

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