Con ingenio y sin recursos iniciaron escuela para hijos de damnificados



Para más de 500 familias que fueron damnificadas por las tormentas Ingrid y Manuel en septiembre del 2013, los problemas no han  concluido, pues a pesar de que el gobierno hace más de un año les entregó sus viviendas en el fraccionamiento Nuevo Mirador, hoy se ven en la necesidad de acercar los servicios
educativos  a sus hijos y por ello han iniciado con sus propios recursos la construcción de galeras de madera y lámina para albergar una primaria en la que tres maestros atienden a más de 120 menores.
El proyecto que hace tres años presentó la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, contemplaba que en esta nueva colonia se construirían instituciones educativas de nivel básico, como lo son jardín de niños, primaria y secundaria, sin embargo lo único que se edificó en la zona fueron  550 viviendas, de las más de mil proyectadas en ese lugar.
La falta de escuela en las cercanías de El Nuevo Mirador ocasionó que muchos de los hijos de quienes ahí habitan dejaran de asistir a la escuela, puesto que hacerlo significaba trasladarse hasta el centro de Chilpancingo y pagar al menos dos pasajes.
“En mi caso tengo tres hijos, lo que representa pagar 12 pesos de cada uno son 36, más 20 pesos para el desayuno de cada niño son casi 100 pesos diarios que no tenemos, porque somos de muy escasos recursos”, indicó la señora Oneida Bautista Reina.
Agregó que cuando vivían en la colonia Amelitos II, el desayuno de sus hijos podía ir a dejárselos, pero ahora que la escuela les queda a más de cinco kilómetros de distancia es imposible hacerlo, por ello sus hijos habían dejado la escuela y prefirieron colaborar con  tiempo y dinero para construir una modesta escuelita  en la parte alta de la colonia.
Para la construcción de las galeras cada una de las familias aportó 200 pesos y quienes pudieron asistieron a plantar los palos pegar láminas para edificar las  tres aulas, mismas que de pared tiene pedazos de plástico negro que la empresa que edificó la colonia  utilizó en las capas de compactación que fue poniendo en el suelo, por ello al medio día el calor que se siente es sofocante.
El maestro Israel Manzanares, quien atiende a los niños de cuarto y quinto grado, comentó que están trabajando en un sistema multigrado para que tres maestros atiendan la totalidad de los niños, y ellos fueron asignados por la Supervisión Escolar 005 de Educación Primaria, en base a las necesidades que plantearon en la colonia.
“Todo es legal, la escuela está iniciando ya con un registro, los niños están dados de alta en el sistema, todo es legal, están coberturados, les va a llegar su documentación, todo está en regla, las evaluaciones se están subiendo al sistema, lo único que falta son las instalaciones”, dijo el profesor.
La señora Natalia Vázquez González, indicó que acudió a inscribir a su hija al plantel porque estaba acudiendo hasta la escuela “Nicolás Bravo” en la colonia Obrera de esta ciudad de tal manera que le significaba además del pago del pasaje casi una hora de traslado desde el Nuevo Mirador a la escuela, “hoy estoy contenta de que mi hija podrá seguir estudiando y no vamos a pagar tanto pasaje”, dijo.
José Armenta Tello, delegado de SEDATU en Guerrero, que fue la dependencia encargada de la ejecución de los recursos para la reubicación de los damnificados, reconoció que en el proyecto original se contemplaba la construcción de la infraestructura para servicios educativos, pero argumentó que no se tiene recursos programados para ello y no hay posibilidad de gestionarlos, pues su responsabilidad es únicamente la vivienda y la escuela es un tema educativo que compete al a Secretaría de Educación.
Finalmente la presidenta de la sociedad de padres de familia Oneida Bautista Reina, indicó que han buscado apoyo de todas las autoridades educativas y gubernamentales, pues han enviado más de una veintena de oficios que no les contestan, en ellos piden apoyo para la construcción de la escuela o al menos para equiparla con butacas. (Por Abel Miranda Ayala)

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