Aún no pagan liquidación a los policías cesados en diciembre



Elementos de la Policía Municipal que fueron despedidos por presuntamente no aprobar los exámenes de control de confianza tomaron el Palacio Municipal de esta capital para exigir al alcalde, Marco Antonio Leyva Mena que les pague su liquidación conforme a lo que establece la Ley Federal del Trabajo
considerando los años de servicio que estuvieron en la institución y las indemnizaciones correspondientes
Los quejosos establecieron que su despido fue injustificado y se ha demostrado plenamente, pues al menos 4 de los cesados tiene vigente su certificación emitida por el Sistema Nacional de Seguridad Pública y del resto no se han mostrado los resultados que debe emitir el gobierno federal.
Agregaron que tras protestas que realizaron hace un par de semanas, se establecieron mesas de trabajo en las que se tomaron algunos acuerdos que tenían que ver justamente con el respeto de sus derechos laborales y el pago de la liquidación conforme a la ley, pero el gobierno municipal incumplió.
Desde las once de la mañana de ayer lunes, cerca de 15 ex policías arribaron a la entrada principal del Palacio Municipal y cerraron la puerta, evitando el ingreso de las personas que acudían a realizar algún trámite para presionar a las autoridades.
En la movilización solo participan 17 de los 24 policías despedidos; dos de ellos aceptaron recibir un pago de 30 mil pesos por problemas de salud, mientras que los otros cinco fueron asignados en otras áreas para seguir laborando tras llegar a un acuerdo con las autoridades.
Otras de las demandas es que les paguen 13 mil pesos del FORTASEG, 11 mil pesos del Fondo de Viviendas que se les descontaban de sus salarios y, cerca de 150 mil pesos para cada uno por varios años de trabajo.
Los ex uniformados aseguraron que no detendrán las manifestaciones hasta tener una liquidación justa, y además de la ruta de la movilización, mantendrán una lucha jurídica en la que demostrarán que el gobierno municipal actuó de forma arbitraria al despedirlos. (Por Abel Miranda Ayala)

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