Por vergüenza debe abandonar el cargo el alcalde Marco Antonio Leyva



ES IRRENUNCIABLE POR SER PUESTO DE ELECCION
POPULAR Y POR ESO HAY QUE METER UN PERMISO

Por estricta vergüenza, por dignidad y sobre todo por honestidad el actual alcalde de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena debe buscar su salida del cargo pues es irrefutable su incompetencia.
A lo mejor es bueno en alguna otra actividad, pero no puede con el Ayuntamiento y de ello nos ha dado
sobradas muestras.
Una de ella, la remodelación de la avenida Alemán que ya en su primera etapa fue una vergüenza, una verdadera porquería y ahí está para que quien lo dude, vaya a verla. Es más, a un mes de terminada hubieron de hacerle zanjas pues olvidaron algo. Se ignora si ese olvido consistió en algo que dejaron allá abajo o algo que no metieron.
Hoy, se apresta el Ayuntamiento a coronar su porquería haciendo la segunda parte de esa avenida y mañosamente no se contempla arreglar el ducto de la conducción de aguas negras y agua de lluvia que pasa por debajo de esa venida y va a desembocar por el edificio donde funcionaba la Normal en la calle 18 de Marzo.
Esa obra es importantísima pues los años y la falta de mantenimiento han provocado grandes “socavones” en la ruta de las aguas que afectaron ya a muchísimas construcciones. No la van a hacer. Al pavimento de encima le van a dar su manita de gato y asunto terminado. Ahí que vengan otras autoridades a enfrentar el problema si no es que antes se cae algún edificio al quedarse sin sostén sus cimientos y lamentemos desgracias personales. Será culpa del actual alcalde Leyva Mena.
Otro problema grave es sin duda el de la basura que no ha sido atacado con inteligencia pero sí con mucha soberbia y ello ha llevado al pueblo de Chilpancingo a vivir entre basura, contaminación y malos olores por todas partes.
Por aquí y por allá ha “salido mal” Marco Leyva y se nos han cerrado las puertas a posibles soluciones.
El agua potable ya no es escasa, se ha vuelto inexistente en los hogares de la Capital. Promete el sistema de agua que va a “tandear” cada quince días el agua a los domicilios. Queremos ver que le toque también al alcalde poderse bañar solamente cada quince días y aguantar ese mismo tiempo sin ir al baño por no tener agua. Seguro que en su casa hay a diario y a todas horas.
El Gobernador Héctor Astudillo queriendo ayudar a Chilpancingo nos dejó peor pues siendo el gasto de luz por bombeo de 3 millones de pesos al mes, ordenó que el Gobierno del Estado ayudara con un millón y medio cada mes. Ahora, el “listo” del alcalde bombea solamente por esa suma y “se ahorra” millón y medio para su bolsillo no importando que la gente no tenga agua.
El que Leyva Mena deje el puesto es impostergable.

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