Agrónomos ven complicado integrar a la actividad del campo a los deportados



Dirigentes de la Unión de Agrónomos Guerrerenses, exigieron al Gobierno del Estado delinear una estrategia de atención para los inmigrantes guerrerenses que están siendo deportados de los Estados Unidos de Norteamérica, pues la mayoría de ellos tendrá que emplearse en el campo guerrerense y no hay las
condiciones para recibirlos.
Eloy Romero Gatíca, presidente de la Unión de Agrónomos Guerrerenses, aseguró que aglutinan a más de dos mil 500 profesionistas y todos coinciden en que no hay una estrategia integral para recibir a los paisanos que están siendo deportados y por lo tanto ello podría agudizar la crisis que se vive actualmente en el campo.
Dijo que para poder apoyar a los paisanos que están siendo deportados se tienen que reorientar  las políticas públicas en materia agropecuaria, y principalmente flexibilizar las reglas de operación de los programas, de tal forma que los paisanos que regresan puedan acceder a apoyos de manera fácil y sin tanto trámite engorroso.
Por ejemplo mencionó el programa de concurrencias que opera la Secretaría de Desarrollo Rural, en la que se tiene posibilidad de otorgar créditos de hasta 300 mil pesos para proyectos productivos, pero quienes están siendo deportados no podrán cubrir los requisitos que marca el programa y es necesario que se busquen alternativas para que ellos puedan ser beneficiarios.
“Los programas existen, los recursos ahí están sólo hay que reencauzarlos de la mejor manera”, dijo Eloy Romero.
Comentó que de acuerdo con cifras gubernamentales, en la Unión Americana viven 12 millones de mexicanos, de estos un millón y medio son guerrerenses, y 750 mil se encuentran en calidad de indocumentados.
Refirió que debido a ello se prevé que exista una deportación masiva de paisanos, que no tendrán apoyo a su llegada a este lugar, “exigimos al gobierno que deje de aplicar los programas de forma clientelar y se los ofrezca a quienes realmente necesitan de apoyo”, dijo.
Estableció que en los últimos años los programas sociales se han entregado a personas sin escrúpulos que no trabajan el campo por ejemplo a Sebastián de la Rosa Peláez, quien tiene una organización de productores pero jamás en su vida ha sembrado una parcela, Evencio Romero  Sotelo es  otro vividor de los beneficios gubernamentales que se otorgan para el campo sin que sea campesino y muchos otros que se vuelven dirigentes y se apropian de recursos que deberían inyectarse al sistema productivo.
Además demandó que se revise y se establezca un mecanismo de vigilancia y supervisión a las semillas que se entregan a los productores pues en los últimos años se ha tenido un fenómeno que parte de la supuesta semilla mejorada no rinde los beneficios que se ofrecen de tal forma que se presume que esta semilla no tiene el tratamiento adecuado o es un producto viejo que ha perdido su capacidad de germinación.
Igual situación se tiene con el fertilizante que en años recientes se demostró que estaban entregando tierra que no contenía los ingredientes que hacen crecerla planta, “en general lo que pedimos es que se acabe o al menos que se detenga la corrupción para poder ayudar a nuestros hermanos que están regresando a Guerrero”.  (Por Abel Miranda Ayala)

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