Indígenas damnificados demandan que el gobierno cumpla promesas



Familias que fueron damnificadas hace tres años por las tormentas Ingrid y Manuel protestaron en la puerta de la residencia oficial Casa Guerrero, para demandar que se construyan las viviendas que se les prometieron para reponer las que la naturaleza les arrebató con la crecida de ríos y derrumbes de laudes.
Los quejosos en voz de su gestor, Pedro Reinoso Martínez, señalaron que hace tres años, mil 227 personas, fueron desplazadas de las comunidades de Majada del Toro, Tierra Blanca, Tres de Mayo y San Marcos, estas se concentraron en un campamento donde la autoridad ofreció que construiría una nueva comunidad con viviendas para cada una de las 317 familias.
Al paso del tiempo sólo se instalaron completas 50 viviendas, del resto sólo hicieron unos terraplenes donde se iniciaría la construcción pero nunca colocaron ni una piedra, por eso la manifestación que realizaron ayer  es para demandar que se inicie a la brevedad la construcción de las 267 casa que faltan para beneficiar a igual número de familias que actualmente viven en el campamento cubriéndose de las inclemencias con lonas y láminas de cartón.
Ante la protesta, los damnificados recibieron una llamada del delegado de la SEDATU en Guerrero, José Armenta Tello, quien ofreció instalar una mesas de trabajo con ellos, pero esta fue rechazada bajo el señalamiento de que en el último año se han sentado muchas veces con él pero no tiene capacidad resolutiva y pidieron que sea el gobernador quien los escuche para que pueda intervenir directamente ante la Titular de SEDATU Rosario Robles Berlanga.
Indicaron que se mantendrán instalados en plantón permanente en la puerta principal de la residencia del gobernador hasta que él tenga espacio para atenderlos, y se sume a la lucha de este grupo de indígenas Náhuatl que demanda tener una vivienda digna y que se les apoye para reponer algo de lo que la tormenta les arrebató hace tres años.
Por otra parte, los manifestantes indicaron que con su protesta también se sumaron a la lucha de los pueblos originarios para repudiar la determinación gubernamental federal de disminuir hasta en un 52 por ciento el presupuesto que se designaba a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Originarios.
"El presupuesto refleja el poco interés que tiene el presidente Peña Nieto para ayudar a los pueblos que han sido marginados, estos pueblos que no han tenido la oportunidad de acceder al desarrollo, en los que no hay carreteras, no hay servicios básicos y hoy están cada vez más lejos de que se pueda saldar la deuda histórica que se tiene con ellos". (Por Abel Miranda Ayala)

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