Indígenas damnificados demandan que el gobierno cumpla promesas
Familias que fueron damnificadas hace tres
años por las tormentas Ingrid y Manuel protestaron en la puerta de la
residencia oficial Casa Guerrero, para demandar que se construyan las viviendas
que se les prometieron para reponer las que la naturaleza les arrebató con la
crecida de ríos y derrumbes de laudes.
Al paso del tiempo sólo se instalaron
completas 50 viviendas, del resto sólo hicieron unos terraplenes donde se
iniciaría la construcción pero nunca colocaron ni una piedra, por eso la
manifestación que realizaron ayer es
para demandar que se inicie a la brevedad la construcción de las 267 casa que
faltan para beneficiar a igual número de familias que actualmente viven en el
campamento cubriéndose de las inclemencias con lonas y láminas de cartón.
Ante la protesta, los damnificados recibieron
una llamada del delegado de la SEDATU en Guerrero, José Armenta Tello, quien
ofreció instalar una mesas de trabajo con ellos, pero esta fue rechazada bajo
el señalamiento de que en el último año se han sentado muchas veces con él pero
no tiene capacidad resolutiva y pidieron que sea el gobernador quien los
escuche para que pueda intervenir directamente ante la Titular de SEDATU Rosario
Robles Berlanga.
Indicaron que se mantendrán instalados en
plantón permanente en la puerta principal de la residencia del gobernador hasta
que él tenga espacio para atenderlos, y se sume a la lucha de este grupo de
indígenas Náhuatl que demanda tener una vivienda digna y que se les apoye para
reponer algo de lo que la tormenta les arrebató hace tres años.
Por otra parte, los manifestantes indicaron
que con su protesta también se sumaron a la lucha de los pueblos originarios
para repudiar la determinación gubernamental federal de disminuir hasta en un
52 por ciento el presupuesto que se designaba a la Comisión Nacional para el
Desarrollo de los Pueblos Originarios.
"El presupuesto refleja el poco interés
que tiene el presidente Peña Nieto para ayudar a los pueblos que han sido
marginados, estos pueblos que no han tenido la oportunidad de acceder al
desarrollo, en los que no hay carreteras, no hay servicios básicos y hoy están
cada vez más lejos de que se pueda saldar la deuda histórica que se tiene con
ellos". (Por Abel Miranda Ayala)
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