Con firmas, testigos y sellos falsos intentaron despojar de un predio a Florencio Salazar
Con firmas, testigos y hasta sellos falsos y de manera
premeditada y hasta burda, Patricio Margarito Rivera se encuentra en prisión,
porque pretendió apoderarse de un terreno de mil 400 metros cuadrados propiedad
de Florencio Salazar Adame, el cual ilegalmente lotificó, y también porque se
le aplicó procedimiento
jurídico penal, iniciado desde el pasado mes de abril ante
instancias. No existe ningún abuso de poder, simplemente ejercitó la ley.
Así lo confirmó el abogado Guillermo Camacho Mancilla, quien
—documentos legales en mano y exhibidos ante autoridades— señaló que el auténtico
propietario del predio es Salazar Adame, quien es posesionario legal desde hace
más de tres décadas. Para ser más exactos, el terreno fue comprado por Salazar
Adame el 7 de marzo de 1982.
Patricio Margarito, nunca acreditó la propiedad, simplemente
presentó una escritura falsa “protocolizada” por un juez de la Costa Chica
quien seguramente lo timó. Salazar Adame conoce plenamente a todos los notarios
públicos de Chilpancingo, por lo cual jamás pudo acudir hasta la Costa Chica
para hacer la venta de su terreno; eso, es absurdo. Tal compra-venta nunca se
hizo. Florencio, ni conoce al supuesto comprador ni a la familia de éste.
El ambicioso y abusivo Patricio Margarito Rivera —preso en
el penal de Chilpancingo—, desde hace menos de un año invadió el terreno para
construir su vivienda, pero lotificó los mil 400 metros cuadrados, y luego
repartió y hasta vendió predios a sus propios familiares, a sabiendas de que incurría
en delito de despojo y lo que se derive de este ilícito, penados por la ley.
Asesorados por sectores radicales de la capital, la hija del
invasor, Josefina Margarito Rosendo y demás abusivos y ambiciosos familiares se
victimizan a través de ciertos medios calumniando a Florencio Salazar Adame,
por el hecho de ser Secretario General de Gobierno.
Los invasores —familia de Patricio Margarito Rivera— cínicamente
amenazan con movilizaciones radicales para dañar la imagen de Salazar Adame.
Bajo presión, los delincuentes pretenden
apoderarse de lo ajeno. (Salomón García Gálvez).
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