Cómo disminuir el consumo de gasolina de tu automóvil
Con el crecimiento de las ciudades,
la exigencia de movilidad del mundo actual y las actividades extraescolares de
los hijos, un gasto básico cada vez más común es el de la gasolina. Sin embargo
su precio, aún que es subsidiado por el gobierno federal, es uno de los rubros
que más exige a nuestros bolsillos, por lo
que es imprescindible tanto su
inclusión en el presupuesto personal o familiar, como hacer lo más eficiente
posible su consumo para reducir fugas de dinero que podrían llegar a ser
importantes y difícilmente detectables.
En esta entrega veremos algunas
herramientas disponibles de forma gratuita en Internet para evitar fraudes en
las gasolineras, así como reducir nuestro consumo de gasolina si observamos
nuestros hábitos y hacemos algunos ajustes que nos lleven a tener un uso más
eficiente del automóvil, con beneficios adicionales para nuestra salud y para
este bello mundo que todos debemos cuidar.
Conoce tu auto. ¿Sabes cuál es la
capacidad de su tanque de gasolina? ¿Cuál es su consumo en ciudad y en
carretera? ¿Cuál debe ser la presión de las llantas? ¿Cada cuánto se recomienda
meterlo a servicio? Información es poder dice el refrán, y si quieres
poder reducir tu gasto en gasolina, es necesario que conozcas a tu automóvil.
Si no tienes la información anterior puedes encontrarla en el manual del
propietario, en la agencia, con tu mecánico de confianza o en Internet
(preferentemente en la página del fabricante)
Procura llenar el tanque en vez de
cargar de poco en poco. Aún que a primera vista haya quien piense que con sus
ingresos es imposible, los múltiples beneficios que se tienen justifican la
planeación y esfuerzo para lograrlo
Evitas la pérdida de gasolina. La
gasolina se evapora, y por tanto, entre más espacio haya en el tanque más se
evaporará, por lo que no será aprovechada por el motor ni se verá reflejada en
tu medidor.
Evitas que en la gasolinera te roben
gasolina. Conociendo la capacidad de tu tanque estima, en base a cuánto marque
el medidor, lo que hace falta para llenarlo. Si tu tanque es de 50 litros y te
queda un cuarto, debiera llenarse con 38 litros (50 x ¾ – No es necesario
ser bueno en matemáticas, ahora todos los celulares cuentan con calculadora).
Por tanto pide que te carguen 38 litros, y si la aguja del medidor no llega
hasta arriba, es hora de hablar a la PROFECO o
su equivalente en tu país para denunciar a la gasolinera.
Es más sencillo dar seguimiento al
consumo de tu auto, lo que te permite detectar incrementos en su consumo de
gasolina de forma oportuna y revisar tus hábitos de manejo o acudir al
mecánico. Cada vez que cargues gasolina regresa el odómetro (cuenta
kilómetros) a cero, de forma que cuando vuelvas a cargar vas a tener dos datos:
con cuánta gasolina se llenó el depósito y cuántos kilómetros recorrió el
automóvil. Con ello – y con la calculadora de tu celular – puedes determinar de
forma directa cuántos kilómetros por litro está consumiendo tu automóvil.
Ejemplo: si recorrió 400Km y lo llenaste con 50 litros, su consumo es de 8Km
por litro (400/50).
Dos consejos adicionales:
Al llenar tu tanque pide que el
dispensador surta a velocidad baja y que dejen de surtir en el momento
en que de forma automática se detenga. El seguir cargando sacando un poco el
dispensador hasta que la gasolina se vea o se escurra no te beneficio real
alguno y sí podría lastimar la pintura de tu auto.
Carga antes de llegar a la reserva
(del último cuarto tienes unos 5 litros más). Esto evitará que las impurezas
existentes en la gasolina y que se van depositando en el fondo del depósito
tapen los ductos o a la bomba de gasolina en sí.
Procura cargar solicitando la
cantidad en litros que requieres (-¿Cuánto le sirvo patrón? – 38 litros),
evitando en todo momento cargar en base a monto a pagar (- ¿Cuánto le sirvo
patrón? – 100 pesos) o indicando llenar el tanque (-¿Cuánto le sirvo patrón? –
Lleno). Más allá si son ciertos o no las cadenas de correo donde dicen que la
carga en litros siempre es correcta porque es lo que mide la PROFECO, lo cierto es que, como veíamos
anteriormente, al cargar en base a litros puedes evaluar que te hayan surtido
correctamente.
Procura mantener los servicios de
mantenimiento de tu auto al día, realizándolos en talleres de confianza. Aún
que tu percepción sea que tu automóvil está funcionando correctamente (arranca
a la primera, acelera bien, no hay jaloneos), un aceite que ha perdido su
viscosidad, un ligera variación en sus tiempos, en pocas palabras, un motor que
necesita afinación, consume más gasolina.
De forma periódica revisa el
correcto inflado de tus llantas (neumáticos) según las indicaciones del
fabricante: las llantas con poca presión ofrecen una mayor resistencia al
avance por lo que elevan el consumo de gasolina. Pero tampoco infles de más tus
llantas, ya que el exceso de presión provoca que “brinquen” por lo que se eleva
el riesgo de perder el control del vehículo en una situación de emergencia.
Esta información también la puedes encontrar en el manual del propietario de tu
auto, en la página del fabricante o en la cara de la
llanta. En lo personal te recomiendo inflarlas con Nitrógeno: se
calientan menos, son más estables, incrementa su tiempo de vida, se reduce el
riesgo de que estallen…
La PROFECO pone a tu disposición dos
útiles herramientas para ayudarte en el consumo de gasolina:
El Semáforo de
Gasolineras, el cual te permite saber si alguna gasolinera en particular ha
pasado las verificaciones, con lo que reduces en mucho el riesgo de que te
surtan menos combustible o que la gasolina esté diluida.
La Calculadora
de Costo de Llenar el Tanque, la cual te permite estimar cuánto te costará
llenar el tanque de un automóvil en específico según la zona donde te
desplazas, la marca y el modelo del automóvil. Este dato es muy útil para la
elaboración de tu presupuesto y para el momento de evaluar la compra de un
auto.
Finalmente, has tuyos los
hábitos del buen conducir que, si bien todos conocemos, vale la pena
recordarlos ya que es fácil pasarlos por alto:
Evita los arrancones y acelerones,
ya sean por diversión (carreras) o porque se te hace tarde para el trabajo o la
escuela (es mejor salir a tiempo). Igualmente debe evitarse conducir a
velocidades excesivamente bajas ya que también conllevan un alto consumo de
combustible. (El rango de consumo más eficiente para la mayoría de los autos es
entre los 60 y los 90 Km/h, pero esto no es pretexto para no respetar la
velocidad máxima permitida según las leyes de tránsito)
Si te encuentras en una pendiente y
estás subiendo, procura acelerar antes de tomar la subida y no mientras estás subiendo.
Camina cuando requieras ir a
distancias cortas (la tienda de la esquina o el parque que está a dos cuadras)
En lo posible utiliza las rondas
(compartir el auto con otros compañeros de trabajo o coordinarte con otras
mamás y papás en las actividades de los niños para que de forma alternada
lleven a todos los niños en un solo auto)
Usa el transporte público si vas a
algún lugar que sabes que tendrás problemas de estacionamiento (el centro de la
ciudad, por ejemplo)
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