Rindieron homenaje a 2 normalistas de Ayotzinapa muertos en un asalto
Con el féretro colocado al centro de la
explanada de la Normal y la banda de Guerra ejecutando el toque de silencio,
ayer se dio el último adiós a los estudiantes de Ayotzinapa que fueron asesinados
en un asalto al vehículo de transporte público en que viajaban sobre la
carretera Chilpancingo-Tixtla.
El chofer de la camioneta fue obligado a
detener la marcha a la altura del kilómetro 4 de la carretera federal a Tixtla
por al menos dos hombres que viajaban como pasajeros de la misma y que
empuñando pistolas procedieron a asaltar a los demás pasajeros, mismos a los
que seguidamente atacaron a balazos.
“Ayotzy Vive, Jonathan Vive, la lucha sigue”,
gritaron los estudiantes mientras el féretro lentamente cruzó la explanada de
la normal sostenida por seis de los jóvenes que fueron compañeros de aula de
los homenajeados.
En el asalto fueron asesinadas seis personas,
de estas dos fueron estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”
de Ayotzinapa, Jonathan Morales
Fernández y Filemón Tacuba ambos
originarios de la región de Costa Chica, el primero de la comunidad de
Saucitos, municipio de Tecoanapa, el
segundo de Apantla, municipio de Ayutla.
Ambos normalistas se encontraban en su último
año de formación escolar, y por eso su actividad se realiza como practicantes
frente a grupo y tenían que trasladarse diariamente a Chilpancingo, para
regresar a la normal una vez concluida la jornada laboral.
Sobrevivientes del ataque han relatado que los
jóvenes normalistas se encontraron en la camioneta Toyota Hiace y en el camino
fueron dialogando sobre su actividad en las aulas, dijeron que les estaba yendo
muy bien incluso una mujer les ofreció fruta, y cuando apenas habían recorrido cuatro
kilómetros en la carretera se perpetró
el atroz crimen.
POSTURA DE LA DIRIGENCIA ESTUDIANTIL
El secretario general del comité estudiantil
Ernesto Guerrero, a nombre de todos sus compañeros, condenó los hechos y lanzó
al gobierno la exigencia para que se investigue a fondo los hechos y que se
castigue a los responsables, sin embargo dijeron no estar completamente de
acuerdo con la hipótesis del asalto.
“Lo que nosotros vemos es una campaña de
terror y miedo que viene con la tendencia de pretender desaparecer esta
institución y no se trata de un hecho aislado, es un caso que está ligado con
la muerte de dos compañeros el 11 de diciembre en Chilpancingo, otros
atropellados en Atoyac, y por supuesto la desaparición de nuestros compañeros
de Iguala”.
Insistió en que el crimen no puede verse como
un simple hecho de la delincuencia, porque además el propio gobierno ha
señalado que este grupo delictivo habría cometido otros actos delictivos, lo
que hace más grave el caso “porqué cuando sale un grupo de manifestantes de
inmediato se activan miles de policías y ahora que un grupo delincuencial
asalta negocios, y asesina a jóvenes nadie sale a detenerlos”.
Finalmente el dirigente estudiantil no
descartó que en los próximos días pueda haber manifestaciones para exigir
justicia, y señaló que el 4 de Octubre se sumará a las fechas trágicas de la
efemérides de Ayotzinapa”. (Por Abel Miranda Ayala)
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