Le quita Federación a la UAGro recursos para jubilar o pensionar sus trabajadores



A pesar de que en su Presupuesto de Egresos la Federación contempla un incremento del tres por ciento para el rubro de educación, el problema es que a las Universidades públicas le quita los recursos del Programa de Saneamiento Financiero, que hasta este año se utilizaron para jubilaciones y pensiones de
trabajadores, y es lo que vendrá a perjudicar a estas instituciones.
El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), Javier Saldaña Almazán, reconoció además que la administración central que encabeza ha tenido que reubicar a 100 trabajadores universitarios de las regiones de Tierra Caliente, Acapulco, Chilpancingo e Iguala por cuestiones relacionadas con la inseguridad en las regiones en las cuales estaban adscritos, lo cual también le pega a la Universidad, porque esos recursos tienen que ser sustituidos y para ello se necesitan recursos.
Respecto al problema presupuestal, el rector de la UAGro se quejó de que a pesar de sus logros obtenidos, la máxima casa de estudios de la entidad sigue siendo castigada presupuestalmente por la Federación.
En este sentido, reconoció que hay un incremento del tres por ciento, pero que únicamente aplica para salarios, pero por el contrario, en el Presupuesto de Egresos desaparece el Programa de Saneamiento Financiero, a través del cual se le daban 127 millones de pesos a la UAGro que utilizaba para jubilar y pensionar trabajadores, rubro en el cual tienen un “gravísimo problema todas las Universidades públicas de México”.
Por esta causa, advirtió, a partir del próximo año la administración central que encabeza tendrá problemas en este sentido, pues no contará con los recursos para jubilar o pensionar a sus trabajadores que incluso ya están “en lista”.
“El incremento es sólo para salarios, pero si nos quitan este recurso a todas las instituciones pues vamos para atrás; la verdad es que entendemos la crisis del país, pero también queremos que nos consideren, porque de todas las universidades públicas del país, y con respeto a mis compañeros rectores, pero la UAGro es la Universidad que mejores resultados y logros ha obtenido, pues todos los días hay indicadores que consolidan a la institución”, acotó.
Saldaña Almazán abundó que el hecho de que la Federación desaparezca el Programa de Saneamiento Financiero, cuyos recursos eran aplicados para las jubilaciones y pensiones, le pega muy duro a la UAGro, por la enorme lista de trabajadores que ya están en vías de jubilarse: “ahorita tenemos en lista de espera por lo menos unos 600”.
Indicó que de estos 600 trabajadores en vías de jubilarse, debido a que la Federación ya le quitó a la UAGro esos 127 millones de pesos, de “un fondito” que queda de los recursos del 2016 serán jubilados o pensionados los casos más urgentes, es decir, aquellos trabajadores que padecen enfermedades crónico-degenerativas, como aquellos que ya no ven o que se les hacen diálisis. Estos casos son los que vamos a priorizar”.
Precisó que son 20 casos de trabajadores en esta situación que tienen que atenderse a la voz de ya, porque incluso por las enfermedades que padecen ya fueron dados de baja “y el año que viene tendremos que replantear alguna estrategia para poder atender los casos que siguen”, aunque alertó que el problema de las jubilaciones y pensiones se complicará no sólo para la UAGro sino para todas las universidades públicas del país e incluso para la Federación”.

Comisionados

En otro orden de ideas, el rector Saldaña Almazán, reconoció que la administración central de la UAGro tiene alrededor de 100 trabajadores que por haber sufrido los embates de la inseguridad en las regiones en las que están adscritos han tenido que ser cambiados a otras zonas.
El problema, dijo, es que eso le cuesta doble a la Universidad, porque se tiene que contratar nuevos trabajadores para cubrir las plazas que dejan y hacer lo mismo en las zonas donde llegan, “pero qué bueno que los tenemos con vida y qué bueno que tenemos la posibilidad de hacerlo, aunque sí se nos va formando un ‘cuello de botella’, aunque se tiene que atender”.
Los trabajadores universitarios que han tenido que ser cambiados de centro de trabajo por cuestiones de inseguridad son principalmente de la región de Tierra Caliente, Chilpancingo, Iguala, Acapulco y Costa Grande. (Baltazar Jiménez Rosales)

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