En Guerrero no estamos preparados para resistir un terremoto: investigador
“Hace 31 años todos nos consternamos con la
trágica noticia de que la Ciudad de México se encontraba devastada por los
efectos de un terremoto, sin embargo no aprendimos la lección y en todo el país
los protocolos de seguridad son letra muerta que no se respeta”, consideró el
investigador y director de
Protección Civil de la Universidad Autónoma de
Guerrero, Isidoro Bahena Salgado.
El universitario indicó que si en este momento
se presentara un fenómeno similar al de 1985, seguramente los resultados serían
parecidos porque no se ha logrado tener la conciencia necesaria para aplicar
los protocolos de seguridad.
Dijo que hasta este momento no hay nadie que
pueda asegurar cuándo o dónde se va a presentar un sismo de alta intensidad,
pero lo cierto es que no estamos preparados para ello porque ni las
dependencias se han abocado a crear la debida conciencia, ni la ciudadanía ha
mostrado interés en esto, y en todos persiste una clara apatía por los
protocolos de seguridad.
“Debido al reacomodo constante de las placas
tectónicas de la tierra, así como la falla de San Andrés y la constante
actividad sísmica que hay en Guerrero es muy probable que se pueda presentar un
temblor de igual magnitud o mayor al registrado hace 31 años, justo el 19 de
septiembre del 1985, mismo que dejó miles de muertos y heridos, además de daños
multimillonarios por la caída de casas, edificios y hospitales, aunque
desgraciadamente no se sabe cuándo ni de que magnitud pueda ser, pero la
posibilidad está latente”.
CONSTRUCCIONES INADECUADAS
El encargado de Protección Civil en la
Universidad destacó que en Guerrero y en todo el país es una práctica común que
las viviendas se construyan planeadas por albañiles y sin la supervisión de un
ingeniero que pueda calcular los parámetros de resistencia de los materiales
utilizados en una construcción, de acuerdo al tipo de suelo donde se edifica.
Adicionalmente siempre se busca generar
economías y se le pone más agua o más arena al cemento para que rinda más y eso
sin lugar a dudas genera estructuras frágiles que no soportarán un sismo con el
de hace 31 años.
Destacó que es urgente que existe una
verdadera coordinación entre las directivas de las distintas instituciones de Protección
Civil, tanto municipal, estatal federal y en este caso de la Universidad,
además de organizaciones civiles para que se trabaje en un solo eje y se
establezcan programas de capacitación en escuelas, edificios públicos y lugares
de alta concurrencia como las iglesias y parques, donde se le dé a la gente la
información necesaria, así como las recomendaciones mínimas para salvar vidas.
Por último, dijo que se debe insistir en que
en los municipios de la entidad se aprovechen las direcciones de Protección
Civil, mismas que en coordinación con la secretaría estatal y la Universidad,
se le dé un gran impulso a la capacitación y concientización de la ciudadanía
para evitar alguna tragedia. (Por Abel Miranda Ayala)
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