Toma CETEG oficinas y Bodega Aurrera, ahí choca con trabajadores y antimotines

Mientras que el magisterio disidente continuó con su plan de acción en contra de la reforma educativa, que ayer consistió en la toma de las instalaciones de la Secretaría de Salud, Comisión Federal de Electricidad (CFE), de la representación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y de
la tienda departamental “Bodega Aurrera”, con cuyos trabajadores se registró un conato de violencia, el subsecretario de Finanzas y Administración de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), Ernesto Sandoval Cervantes, confirmó el proceso de despido de 120 maestros cetegistas e informó asimismo de la interposición de una demanda penal por los daños ocasionados a sus oficinas.
Cabe hacer notar que a pesar de que los maestros disidentes tomaron tres oficinas públicas, los policías estatales antimotines intervinieron ya casi al finalizar la toma de la tienda departamental “Bodega Aurrera”, es decir cuando los inconformes ya se retiraban. En ese momento incluso los elementos policiacos arrojaron gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes.
Fue alrededor de la una de la tarde que los maestros disidentes llegaron a la sede de la Secretaría de Salud y desalojaron a todos los trabajadores —aproximadamente 800— y gritaron consignas y colocaron pancartas y carteles en contra de la privatización de la salud, la educación, el agua y el petróleo.
Posteriormente, los inconformes se dirigieron a la sede de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en donde por igual solicitaron al personal desalojar el edificio y posteriormente hicieron lo mismo, gritaron consignas y colocaron carteles en contra de la reforma energética y se pronunciaron contra el incremento a la energía eléctrica, la gasolina, entre otros.
Y para aprovechar que estaban cerca, los maestros disidentes atravesaron la calle e irrumpieron en las oficinas de la representación de la SEP y ordenaron de igual forma a los trabajadores desalojar el inmueble.
Hasta este punto todas las acciones de la CETEG fueron pacíficas, pero cuando el contingente de manifestantes llegó a la tienda “Bodega Aurrera” se encontraron con la oposición de los propios trabajadores quienes pedían que los dejaran trabajar, mientras que los cetegistas les gritaban a los clientes que se salieran con la mercancía que tuvieran en sus manos, que no pagaran.
En determinado momento, debido a que eran mayoría, los maestros de la CETEG lograron romper el cerco de los trabajadores y lograron entrar a la tienda y aunque sí hubo algunos jaloneos, gritos e insultos por ambas partes no se registró problema mayor. Incluso no se registró el saqueo de mercancía, que es lo que temían los directivos de “Bodega Aurrera”.
Esta acción tardó aproximadamente una hora y cuando los maestros cetegistas ya se retiraban llegó un contingente de policías estatales antimotines quienes para dispersarlos les arrojaron gas lacrimógeno, aunque de igual forma el zipizape no pasó a mayores. (Baltazar Jiménez Rosales)

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