Pacientes del ISSTE denuncian triquiñuelas
Derechohabientes del Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) que padecen insuficiencia
renal, demandaron el apoyo del gobernador Héctor Astudillo Flores para que no
los cambien de una clínica subrogada de hemodiálisis localizada a otra
privada.
José Alfredo González Gallardo, uno de esos derechohabientes
con insuficiencia renal, este jueves en conferencia de prensa dijo
que personal de la Clínica del ISSSTE en Chilpancingo y el propio subdelegado
administrativo de la Delegación Guerrero, Marco Pedro Romero Flores, les
informaron que ya no recibirán atención en el Centro de Especialidades Renales.
Le indicaron que serán tratados en una clínica privada que
rentará sus servicios al ISSSTE y que depende del hospital particular Santa
Lucía de Acapulco, que presuntamente es propiedad del senador de la
República René Juárez Cisneros.
Andrés Tapia García, familiar de una de las pacientes que
necesitan entre tres y cuatro sesiones de hemodiálisis por semana, sostuvo que
las autoridades del ISSSTE pretenden llevarlos a recibir sus tratamientos en un
espacio que está por habilitarse para otorgar servicios médicos y que, estiman,
no contará con las condiciones necesarias para su atención.
Refirió que el nuevo centro de atención que pretende
contratar el ISSSTE estará a escasos metros del encauzamiento del Río
Huacapa, lo que sería un verdadero foco de infección para los pacientes con
problemas renales, porque es un vertedero de aguas negras.
Sostuvieron que el subdelegado administrativo del ISSSTE,
Romero Flores, les informó que verificó las condiciones de la nueva clínica y
“dio el visto bueno” para que reciban su tratamiento ahí.
Pero criticó que cuando los pacientes le recordaron que la
zona en que será ubicada la nueva clínica está expuesta a inundaciones, el
subdelegado les dijo que “ese problema se vive en todo Chilpancingo”.
José Alfredo González Gallardo puntualizó que en el
Centro de Especialidades Renales de Chilpancingo reciben una atención de
calidad y un “trato humanitario”, por lo que solicitó al gobernador Héctor
Astudillo Flores y a su esposa Mercedes Calvo, presidenta del DIF estatal, que
no permitan que les den atención en esa clínica. (www.agenciairza.com)
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