Más de tres mil damnificados esperan su reubicación en Chilpancingo: N. Chávez

Más de tres mil 500 familias de 15 comunidades del municipio de Chilpancingo que resultaron damnificadas por la tormenta tropical “Manuel” y el huracán “Ingrid” espera, a casi tres años de distancia, su reubicación, aunque a decir verdad, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y
Urbano (SEDATU) ni siquiera ha iniciado con la construcción de sus casas.
Estas más de tres mil 500 familias, indicó el dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), Nicolás Chávez Adame, viven todavía en condiciones precarias, es decir, cerca de ríos y en zonas de alto riesgo que con cualquier lluvia de mediana intensidad pueden sufrir deslizamientos o deslaves.
El problema más grave, mencionó Chávez Adame, es que la SEDATU ni siquiera ha iniciado la construcción de las casas, mientras que sus actuales titulares, tanto en la delegación como en las oficinas centrales, se dedican a echarles la culpa a sus antecesores en los cargos y se olvidan que el compromiso es institucional.
“El delegado de la SEDATU dijo simple y sencillamente que él acaba de llegar como titular de esa dependencia en Guerrero, y que lo que no se hizo fue responsabilidad de la administración pasada; y nosotros decimos que no porque es la misma institución”, expresó.
A manera de ejemplo, señaló que sólo en San Vicente, cuyos damnificados serían reubicados en un predio conocido como Coapanguito, son 578 familias las que a tres años de distancia esperan sus casas, su reubicación, por lo cual algunas de ellas con sus propios medios se trasladaron a ese terreno y construyeron sus casas con el fin de no continuar en la zona de riesgo.
Señaló que son más de tres mil familias de 15 comunidades del municipio de Chilpancingo las que están en la misma situación: Rincón de Alcaparrosa, Azinyahualco, Agua Hernández, La Esperanza, El Fresno, San Vicente, Coapango, Huacalapa, Chautipan, Omiltemi y Amojileca, entre otras.
Chávez Adame dijo que en este asunto les fallaron a estas familias los tres niveles de gobierno, es decir, la Federación, el gobierno estatal y el municipal, ya que simplemente no cumplieron con el compromiso que a cada uno les correspondía.
Mencionó que el problema más grave en esta temporada de lluvias es que en los terrenos en que están asentadas estas comunidades se presentan constantes derrumbes, por lo que las familias viven en constate zozobra.
Otro problema es que los habitantes de estas zonas todavía esperan que el gobierno federal construya los puentes que derribaron “Manuel” e “Ingrid” en el 2013, aunque de esto no hay ninguna garantía ni seguridad, en tanto que las carreteras o caminos de terracería que conducen a las localidades están en el abandono. (Baltazar Jiménez Rosales)

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