La CETEG de Ramos Reyes apedreó el Congreso y Palacio

Al cumplirse un mes de que inició su paro de labores, la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG) realizó ayer una segunda marcha “de la unidad”, en la cual sus integrantes huevearon y apedrearon tanto el Congreso del Estado como el Palacio de Gobierno, en donde además
de tirar las vallas metálicas al canal del río Huacapa, a punta de garrotazos hicieron que los policías antimotines se replegaran y se metieran a la explanada de la sede del Ejecutivo Estatal.
Encabezada por Ramos Reyes Guerrero, los maestros disidentes partieron de la alameda Granados Maldonado por la avenida Juárez rumbo al sur de la ciudad para protestar contra la reforma educativa, la evaluación al desempeño docente, en defensa de los maestros que están amenazados con ser despedidos y ahora también para demandar la liberación de los dos líderes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) detenidos el fin de semana pasado en la ciudad de México.
Además, los cetegistas exigieron la instalación de una mesa de diálogo con el gobierno de la República, directamente con el presidente Enrique Peña Nieto, el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, y el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Máyer.
El multitudinario contingente en el que participaron maestros disidentes de las diferentes regiones e incluso de otras organizaciones sociales y sindicales “democráticas” hermanas de la CETEG, marchó hacia el sur por la avenida Juárez, Ignacio Ramírez, dobló en Colón para tomar la avenida Alemán y posteriormente Lázaro Cárdenas hasta llegar al Congreso local.
Ahí hicieron una “parada” para lanzar huevos y piedras en contra del edificio, el cual previamente hacía sido desalojado para evitar algún tipo de confrontación con los trabajadores. Los policías antimotines que estaban en el interior de la sede del Poder Legislativo sólo se mantuvieron expectantes, pero no intervinieron.
El contingente del magisterio disidente se incorporó a los carriles centrales del bulevar “Vicente Guerrero” y de igual manera marchó hacia el sur, pero más adelante se desvió hacia el Palacio de Gobierno, el cual estaba resguardado por cientos de elementos de la Policía Estatal con equipo antimotín.
A su llegada, la avanzada del contingente, conformada por una treintena de cetegistas comenzó a tirar las vallas metálicas al fondo del canal del río Huacapa y enfrentaron violentamente a los policías antimotines a quienes gritaban que se metieran al Palacio de Gobierno.
Por momentos la tensión imperó en ese lugar, sobre todo porque en determinado momento se pensó que se daría un enfrentamiento violento, ya que los policías antimotines lanzaron tres bombas de gas lacrimógeno, aunque finalmente los elementos policiacos se replegaron hacia el interior de la explanada del edificio sede del Poder Ejecutivo. La situación no pasó a mayores.

En el pequeño mitin que realizaron, la dirigencia de la CETEG insistió en el establecimiento de una mesa de trabajo con las autoridades federales con el fin de analizar el asunto correspondiente a la reforma educativa y acto seguido se retiraron. (Baltazar Jiménez Rosales)

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