Es la narcoviolencia, el mayor problema de Guerrero: Astudillo

El mayor problema del estado en estos momentos es sin dudas la narcoviolencia, reconoció ayer abiertamente el gobernador Héctor Astudillo Flores, quien sin embargo destacó que su gobierno “no puede detenerse ni se detendrá” por estos lamentables acontecimientos que se registran en diferentes
partes del estado.
El gobernador Astudillo Flores y su esposa, la presidenta del DIF-Guerrero, Mercedes Calvo de Astudillo asistieron ayer al tradicional barrio de San Antonio, en donde la mayordomía del lugar dio una pozolada en honor a su Santo Patrono San Antonio y en entrevista que concedió a los representantes de los medios de comunicación rechazó también que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) haya caído en tragedia por los malos resultados electorales que obtuvo en los comicios realizados el pasado cinco de junio. Además no quiso opinar acerca del posible regreso del ex gobernador Angel Aguirre Rivero a la actividad política.
Abordado por reporteros locales y corresponsales de medios nacionales, el mandatario estatal reconoció abiertamente que el mayor problema que tiene el estado “es la narcoviolencia, ese es el problema fundamental, y en la medida en que disminuya Guerrero volverá a estar en la normalidad. Si la narcoviolencia no existiera en el estado, estaríamos en un estado que seguramente entre todos lo estaríamos empujando a una ruta normal, pero lamentablemente nos ha tocado vivir este tiempo en medio de una gran cantidad de circunstancias lamentables y reprobables a las cuales hay que enfrentar”, expresó categórico.
Agregó que el problema de la inseguridad y la violencia “es muy serio que a veces pega en Chilapa, en Tierra Caliente, Acapulco y Chilpancingo”, porque “hay mucha delincuencia”.
No obstante afirmó que a casi ocho meses de que asumió la gubernatura del estado, en estos momentos ya hay gobernabilidad y relación institucional con todos, pues hay un gobierno general municipal que se coordina con el estatal y el estatal con el federal” y destacó que ante la narcoviolencia, el peor error que podría cometer el gobierno es detenerse.
En particular acerca de la violencia que se registra en la zona de Chilapa, Astudillo Flores señaló que “es producto de un pleito entre miembros de grupos delincuenciales, y hay que tratar de evitar que no se metan otros más, en este caso los policías comunitarios que se han manejado dentro de la ley para que esto no se convierta en un mayor problema”, y por lo mismo la presencia del gobierno en esa cabecera municipal tiene el objetivo de evitar confrontaciones entre los grupos delincuenciales en conflicto.
Asimismo, cuestionado en cuanto a la posibilidad de que la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG) radicalice su accionar contra la reforma educativa, la evaluación al desempeño docente y en defensa de sus compañeros amenazados con ser despedidos, Astudillo Flores sólo reiteró su llamado a los dirigentes magisteriales disidentes a que respeten las instituciones, los edificios y los bienes materiales del gobierno estatal, ya que no van a resolver nada incendiándolos: “exhorto a todos los que participan a que se manifiesten en los términos de la Constitución sin provocar daños a terceros”. (Baltazar Jiménez Rosales)

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