Convulsionan Chilpancingo las marchas de la CETEG
Antonia Morales quemó monigotes frente al Palacio de
Gobierno
En las vísperas de una respuesta al pliego petitorio del
magisterio disidente por parte de autoridades federales, entre las que destaca
la derogación de la Reforma Educativa, las dos fracciones magisteriales de la
Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG),
ayer
viernes se movilizaron, por separado, por calles, avenidas y el bulevar
Vicente Guerrero y un bloqueo a la Autopista del Sol, causando un gran caos
vial en esta capital.
La primera marcha, encabezada por Reyes Ramos Guerrero,
partió pasadas las 11:00 de la mañana del estacionamiento de la Comercial
Mexicana, la que siempre avanzó por el bulevar “Vicente Guerrero”, primero por
la lateral y después por los carriles de alta velocidad con dirección al sur de
la capital.
Un grupo de profesores identificados como “la avanzada”, se
salieron de la marcha a la altura de la bodega de la empresa Corona cuando
observaron a elementos de la policía estatal que les tomaban fotografías. Los
agentes, al ver que iban hacia ellos se subieron a unas motocicletas y
aceleraron con dirección a la estación de Bomberos y Protección Civil estatal,
donde lograron evadir a los profesores que iban corriendo atrás de ellos.
“La avanzada” entró por la vialidad frente al Congreso del
estado y de nueva cuenta se incorporó a la ruta de la marcha a la altura del
puente elevado, frente al museo interactivo La Avispa, donde de pronto, en
sentido contrario salieron los dos policías estatales a bordo de sus
motocicletas, quienes a toda velocidad pasaron por donde avanzaba este pequeño
bloque de maestros (unos diez) y después, al notar que aún venía lejos el
grueso del contingente, se regresaron y a toda velocidad se cobraron la afrenta
y atropellaron a un profesor, el que voló por el aire y cayó, pero sin
consecuencias, además de que a otro lo lesionaron en el dedo meñique de la mano
izquierda.
Los lesionados continuaron en la marcha y no hubo necesidad
de que solicitaran el auxilio de paramédicos.
El grueso del contingente, a su paso frente al Congreso
local hicieron una breve pausa para reorganizar la marcha y algunos maestros
aprovecharon para lanzar piedras a los cristales del inmueble, sin lograr
romperlos.
Después de que los motorizados atropellaron a los maestros,
los manifestantes agredieron a pedradas a una patrulla de la Policía Estatal
que salía del edificio donde se alojan los juzgados federales 01 y 07, pero
luego de que los elementos a bordo les apuntaran con sus armas, frenaron el
ataque.
Enseguida apedrearon el edificio, golpearon el portón del
estacionamiento, y por consecuencia algunas piedras impactaron en los vehículos
estacionados, pero sin lesionar a ninguna persona.
En ese lugar detuvieron a una mujer que se
"infiltró" en la marcha haciéndose pasar como maestra con la cara y
el rostro cubierto, pero fue sorprendida tomando fotografías y fue encarada por
los maestros.
Esa persona fue detenida, despojada de sus pertenencias,
golpeada, tirada al piso y obligada a marchar hasta el Parador del Marqués, a
pesar de que insistió en que era trabajadora de los medios de comunicación,
pero no logró identificarse, a la que señalaron de ser agente de Gobernación.
Para las 13:30 de la tarde, la marcha de la fracción de la
CETEG de Reyes Ramos llegó al punto conocido como Parador del Marqués, donde
bloquearon los cuatro carriles en ese sitio donde se bifurcan el entronque de
esa vía federal y la vía local de la capital, dejando varados a automovilistas
por dos horas. El bloqueo lo levantaron para las 15:30 de la tarde.
La marcha de la fracción de Antonia Morales Vélez, pasadas
las 11:30 de la mañana salió del monumento a Nicolás Bravo, al norte de esta
capital y lo hicieron por la avenida Insurgentes, sin coincidir con la otra
marcha realizada con el mismo propósito, la de Ramos Reyes.
En su paso, ese contingente llevaba cinco ataúdes de cartón
y papel, de los que tres de ellos simbolizaban al presidente Enrique Peña, al
secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, y al de Educación, Aurelio
Nuño, con los que hicieron paradas simbólicas en la Comisión de Derechos
Humanos, en el Ayuntamiento, el monumento a Las Banderas, en el Congreso del
Estado y al final en Palacio de Gobierno, donde quemaron los féretros.
Por esta movilización fueron suspendidas las labores en el
Palacio de Gobierno y alrededor de las 13:30 de la tarde los empleados fueron
desalojados de sus oficinas y esas instalaciones fueron resguardadas con vallas
metálicas y policías estatales antimotines.
Esta movilización concluyó a las 15:30 de la tarde, después
de que realizaron un mitin contra la reforma Educativa y por la represión en
Nochixtlán, en Oaxaca, donde murieron 9 personas y decenas más resultaron
heridas. (www.agenciairza.com)
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