En la colonia Indeco rinden culto a Tláloc
Habitantes del barrio de San Mateo y otras
colonias del oriente de la ciudad, cumplieron ayer con el tradicional ritual de
agradecimiento a la Santa Cruz, por el beneficio del agua en el manantial de
las cuevitas, uno de los pocos pozos que mantienen su nivel del líquido aún
durante la temporada de
estiaje.
En su mayoría mujeres, que usan el agua del
manantial en los lavaderos públicos que se encuentran a un costado del pozo,
iniciaron la celebración con unos rezos y cantos en honor a la Santa Cruz a la
que dijeron agradecen que les brinde el vital líquido.
La señora Ángela Telumbre Terrero, comentó que
esta tradición no se tiene un registro de cuándo o cómo se inició porque los
abuelos la practicaron por enseñanzas de sus mayores, y en ella participan lo
mismo ancianos que niños, de tal forma que con ello se va garantizando que la práctica
prevalezca y se rinda el culto a la cruz a fin de que se mantenga el flujo del
agua.
"En temporada de secas vienen muchas
personas de las colonias que se quedan sin agua a lavar, ya que el manantial es
tan generoso con nosotros que nunca nos deja sin agua, por eso no podemos dejar
de hacerle su fiesta".
El ritual que se practica en este lugar además
de los rezos y catos religiosos, incluye bailes alrededor de los lavaderos y el
pozo, acompañados por la música de viento, después las mujeres sirven vasos de
mezcal a los varones y éstos entran al pozo para verter la bebida alcohólica al
agua del manantial, de esta forma se satisface la sed del Dios Tláloc, ya que
esta festividad tiene una clara mezcla de las culturas prehispánica y el
cristianismo.
Esta última parte del ritual podría tratarse
de una celebración prehispánica, pues a ciencia cierta nadie sabe cómo es que
se empezó esa actividad pagana pues los más ancianos aseguran que los padres de
sus padres ya realizaban esta ofrenda.
Cabe señalar que el manantial de las cuevitas
se encuentra a muy escasa distancia de las ruinas arqueológicas de la colonia INDECO,
por lo que no se descarta que la veneración de este pozo de agua date de antes
de la llegada de los españoles a México y originalmente fue una ofrenda al dios
del agua Tláloc y con la llegada de la conquista española se impuso la religión
cristiana y entonces la veneración pasó de Tláloc a la Santa Cruz. (Por Abel
Miranda Ayala)
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