Niños del kínder Helen Keller toman clases a la intemperie
Padres de familia del Jardín de Niños “Helen Keller cerraron
los accesos del palacio municipal para demandar al alcalde Marco Antonio Leyva
Mena que les entregue los material que le solicitaron para la reconstrucción de
su escuela, misma que fue destruida por los fuertes vientos que se registraron
hace un mes.
Daniel Acatitlán Ramón, uno de los padres inconformes destacó
que el viento destruyó las viejas aulas de madera que les sirvieron durante 23
años para instruir a miles de niños en el nivel preescolar, por eso acudieron a
todas las instancias de gobierno para demandar apoyo para la reconstrucción,
pero lamentablemente todas las puertas se les han cerrado.
Relató que fueron a la Secretaría de Educación Guerrero
(SEG) y ahí les informaron que no podrían apoyarlos porque el terreno en el que
se encuentra instalado este jardín de niños no tiene las condiciones mínimas
necesarias para instalar un plantel educativo y como alternativa les ofrecieron
trasladarse a un predio en otra colonia cercana en la que se tiene un terreno
de dos mil metros cuadrados, sin embargo el Instituto Guerrerense para la
Infraestructura Física Educativa (Igife) emitió un documento en el que señala
que por la pendiente que tiene el nuevo terreno es inviable la construcción del
plantel en ese lugar.
Con ello la única alternativa que les queda es reconstruir
con madera las mismas aulas que tienen, donde los alumnos siguen acudiendo a recibir
clases a pesar de que lo hacen a la intemperie.
Agregó que el gobierno municipal se comprometió a reconstruir
las aulas en la misma forma en que estaban hasta hace un mes a fin de que se
mantengan las clases en lo que se resuelve el problema de su ubicación pues se
trata de 90 niños que tienen derecho a seguir tomando clases, pero hasta el
momento lo único que les llevaron fueron láminas galvanizadas que hoy son hasta
un riesgo para los niños que juegan en este lugar, ya que pueden cortarse.
Finalmente, funcionarios del Ayuntamiento salieron a
atenderlos y ofrecieron que en un plazo no mayor de dos días les entregarán
madera y clavos para que se inicie la reconstrucción de las aulas por parte de
los propios padres.
“Estamos condenados a no tener nunca un edificio digno, pues
las autoridades consideran que el terreno no es adecuado e incluso nos
amenazaron con quitarnos la clave del plantel, algo que no vamos a permitir
porque hace ya 23 años que nos dieron el reconocimiento y ahora tienen que
respetarlo y buscar la alternativa para ofrecer una educación de calidad a
estos niños”. (Abel Miranda Ayala)
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