¿Ahora sí aplicarán la Ley?

¿Los señores transportistas y la gente de la Sierra van a seguir tomando como rehén al pueblo de Chilpancingo de manera impune?
Tras el desalojo de anoche y la detención de 64 de sus correligionarios, advirtieron que regresarán,
probablemente hoy, a exigir “justicia”.
De entrada, es un hecho que, como a todo ciudadano, se respeta sus derechos a manifestarse y a reclamarle al gobierno el cumplimiento de promesas, acuerdos, entrega de proyectos productitos, etcétera… pero en lo que si estamos en contra es que afecten a terceros, es decir, a quienes nada tienen que ver con sus problemas, como la gente que venía por carretera y que quedó varada durante todo el día de ayer. Eso no se vale.
Sin embargo, todo parece indicar que —con todo y el desalojo— hoy va a volver a ocurrir lo mismo. La población trabajadora va a volver a sufrir el caos, las mismas dificultades para llegar a sus fuentes de empleo, los estudiantes a sus escuelas, y súmele a eso las agresiones por parte de los manifestantes y hasta de los policías que “se ponen tan nerviosos” que apenas se les acerca uno, ya están echando brava.
Ya hablando de los policías, ¿dónde están los cientos de policías federales que vinieron a reforzar la seguridad de Chilpancingo? ¿Dónde los del Batallón Acreditable que tanto nos presumieron? ¿Qué van a hacer para evitar que se vuelva a tomar como rehén al pueblo de Chilpancingo?
¿Y, los líderes de transportistas y los de la Sierra, seguirán negándose  a entablar el diálogo con el gobierno? Ojalá y no, pero todo indica que sí…
Esperemos que haya un acuerdo para que Chilpancingo vuelva a la tranquilidad y esperamos también que la autoridad actúe a tiempo para evitar que se repita algo como esto.
Pero, por si las moscas, tome usted sus precauciones; esté pendiente de las noticias —no de las redes sociales— y si la cosa sigue igual que ayer, mejor ni salga de su casa, pues más vale perder un día de trabajo o de escuela, que arriesgarse a que algún manifestante o policía malhumorado lo agreda. ¿Dónde pues, está la autoridad?...

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