Adultos mayores le fueron a regresar a M. Leyva su “tele chiquita” de la Sedesol
Adultos mayores que pertenecen a la
Organización de Personas de la Tercera Edad “Raymundo Carachure Lemus” se
dijeron ofendidos por la “generosidad” del alcalde Marco Antonio Leyva Mena
quien les ofreció instalar una pantalla en su “Casa de Convivencia” y lo que
recibieron fue sólo una
televisión de las que regaló la Sedesol tras el llamado
“apagón analógico”.
La dirigente de los abuelitos, Lucía Nogueda
Arellano, comentó que los ancianos se reúnen en la “Casa de Convivencia” para
compartir alimentos y distraerse de la soledad que tendrían en sus hogares;
muchos ahí ven las novelas y por eso buscaron el apoyo del presidente para
tener una pantalla bonita y grande, y el alcalde se comprometió a que los
apoyaría pero les envió una de las televisiones que regaló la Secretaría de
Desarrollo Social federal.
"En la casa se reúnen más de 100 ancianos
diariamente y la mayoría gusta de ver la tele, entonces se necesita tener una
tele grande y por eso estamos aquí para devolverle su mini tele a Marco Antonio
Leyva porque no nos es de utilidad".
Dijo que los adultos mayores no son unos niños
con los que puede jugar y engañar, por lo que subieron a la Sala de Cabildos
donde se encontraba en una reunión y al solicitarle unos minutos, pero no
fueron atendidos.
“Desde hace tiempo en un evento al que
asistimos, el alcalde Marco Antonio Leyva Mena nos prometió regalarnos una
pantalla de plasma grande y una sala para la casa hogar donde vivimos la
mayoría de los integrantes de la Organización de Personas de la Tercera Edad
“Raymundo Carachure Lemus”, misma que aglutina a 600 personas”, pero no
cumplió.
Sostuvo que con la sala prometida nos
incumplió y con la televisión, nos la entregó, pero es muy chiquita, ya está
usada y para colmo, nos las dio en una caja de cartón toda rota que es en las
que regalaban las televisiones de la Sedesol, por lo que consideramos que esto
es una grosería, un engaño y una burla para los adultos mayores”.
Agregó que “la intención de los adultos
mayores de nuestra organización era la de regresarle personalmente al alcalde
la televisión, pero ni eso pudimos hacer, ya que venimos con esfuerzo hasta el
ayuntamiento y aunque él sabía que aquí estamos, se negó a recibirnos, y eso,
consideramos que es otra grosería más para nosotros, además de que con la
entrega de la sala solamente nos dio, como dice, atole con el dedo, pero con
esto, de seguro que ya no vamos a votar por el PRI”. (Abel Miranda Ayala)
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