Lo de siempre: una casa de préstamos que trata muy mal a la gente y les roba

Se presentó en nuestra redacción una maestra, sumamente disgustada por haber sido maltratada por una empleada d la casa de préstamos denominada “Paguitos” o “Consupago” y que está ubicada sobre la avenida Lázaro Cárdenas junto a “Hafert” Señala la quejosa que las personas que ahí acuden
son atendidas por una secretaria o empleada que siempre está de mal humor y fumando cigarro tras cigarro y que abusando de la necesidad de la gente de solicitar un préstamo los trata como si pidieran limosna cuando que de una u otra forma les “inflan” la deuda y ésta parece nunca terminar.
Digamos que le prestan 3 mil pesos y ya lleva un año pagando de manera constante y al solicitar su saldo les informan que deben 4 mil pesos pues no han logrado cubrir los intereses mensuales con sus abonos y la deuda ha crecido.
Es la misma cantaleta de todas esas casas que prestan dinero: se dedican a estafar a los más pobres, a aquellos que llevados por una necesidad inmediata caen en las garras de esos usureros que extrañamente parecen estar fuera del alcance de toda autoridad.
Y por si la estafa no fuera poca cosa, encima de ello está el mal trato y hasta las groserías que los empleados como los de “Consupago” les lanzan a los clientes que se atreven a reclamar algo.
Ojalá y las autoridades volteen a ver este tipo de negocios que como decimos, chupan la poca sangre que les queda a los más necesitados. Sería de elemental justicia.

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